Correlación no implica causalidad. Vicente Nieves lleva buscando explicaciones a los movimientos de los mercados y de la economía desde la crisis financiera de 2007. Aún no tiene la respuesta.
Finanzas públicas en tiempos de crisis

El impacto económico del coronavirus amenaza con disparar los niveles de déficit y deuda pública en cuestión de meses. La casi completa paralización de la economía de la noche a la mañana, la puesta en marcha de los estabilizadores automáticos y las medidas del gobierno para intentar paliar los estragos de la recesión están generando una combinación clásica y peligrosa: caída de ingresos públicos a la par que aumentan los gastos. Cada semana se conocen nuevas medidas de los gobiernos que intentan contener el impacto de la crisis, mientras que aún es pronto para calcular de forma certera el impacto del coronavirus sobre la economía. Por ello, los expertos trabajan con varios escenarios a la hora de poner cara a los niveles que alcanzará la deuda pública cuando esta crisis haya concluido.

Materias primas

El mundo del petróleo no solo es Brent y el West Texas (petróleos ligeros y dulces, que son los más demandados), los dos barriles de referencia en las cotizaciones globales. Más allá de estos tipos de petróleo, que son los más importantes a nivel mundial y los que guardan mayor relación con el precio de los combustibles, las variedades de petróleo crudo son muchas según su composición, calidad y origen de extracción. Algunas de las variedades más pesadas (mayor contenido en ceras), como el crudo Wyoming Asphalt Sour, han comenzado a venderse a precios negativos o en niveles muy por debajo del Brent y el West Texas. Es decir, hay productores que están pagando a las refinerías y compradores por cada barril que se llevan. Acumular el petróleo en instalaciones preparadas tiene un coste que en situaciones extremas, como la actual, obliga a los productores a vender a pérdidas el petróleo al contado (petróleo físico ya extraído).

Los analistas creen más probable una salida en forma de 'U' que en una 'V'

Economía

La crisis económica a la que se enfrenta el mundo por el impacto del coronavirus está generando caídas de la actividad económica sin precedentes en las últimas décadas. Aunque esto algo prácticamente generalizado, algunos países están mejor preparados que otros para afrontar la crisis y la posterior 'reconstrucción'. El caso de España es complejo, pues la economía escondía varios puntos débiles antes del impacto de esta recesión. Ahora, esta crisis, que parece diferente a todas las demás, amenaza con sacar a la luz todas estas vulnerabilidades. El resultado final puede suponer una crisis más intensa, con una recuperación más lenta, una mayor destrucción de empleo focalizada en los más vulnerables y unas cuentas públicas insostenibles.

Economía política

Donald Trump está siendo uno de los presidentes de EEUU más singulares de la historia. Entre sus peculiaridades, que no son pocas, se encuentra la cantidad de comentarios controvertidos que lanza a través de su red social favorita, Twitter. Dentro de sus peticiones económicas había dos bastante recurrentes: pedir a la Fed unos tipos de interés más bajos o incluso negativos y a la OPEP un petróleo barato. Los sueños de Trump se han hecho realidad. Ante la crisis del coronavirus, la Reserva Federal ha cercenado los tipos de interés en dos puntos porcentuales en menos de un año para dejarlos en el 0%, mientras que el precio del petróleo se ha desplomado más de un 60% desde máximos anuales. Sin embargo, los tipos cero y el petróleo barato no van a ser sinónimo de fortaleza económica, como ya le advirtieron, más bien todo lo contrario. En noviembre de 2019, un editorial del banco suizo UBS le dijo a Trump que debía tener "cuidado con desear los tipos de interés negativos". En noviembre de 2020, un año después y quizá con tipos negativos (las letras del Tesoro por ejemplo), las elecciones presidenciales pueden terminar de convertir el sueño de Trump en su peor pesadilla.

Materias primas

Parece complicado que las cosas empeoren aún más para una materia prima que se ha desplomado 60% desde enero y que cotiza en mínimos de 17 años. Pero cada día que pasa las perspectivas para el precio del petróleo parecen un poco más oscuras. Los planes para aumentar drásticamente la producción de crudo en Arabia Saudí siguen en marcha, mientras que las previsiones de demanda caen en cada revisión que hace la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y otros organismos. Mientras tanto, las infraestructura para acumular los inventarios de crudo parece insuficiente para absorber el enorme hueco que se va a abrir entre oferta y demanda en abril. Una combinación fatal que de llevarse a cabo en el próximo mes puede volver a sacudir el precio del oro negro y arrastrarlo por debajo de los 20 euros el barril.