Correlación no implica causalidad. Vicente Nieves lleva buscando explicaciones a los movimientos de los mercados y de la economía desde la crisis financiera de 2007. Aún no tiene la respuesta.
Materias primas

El petróleo ha escalado en las últimas semanas al albor de las esperanzadoras declaraciones de varios implicados en las negociaciones comerciales entre EEUU y China. Los activos de riesgo están viviendo unas semanas dulces. Un acuerdo que ponga fin a la escalada de la tensión comercial puede ser un impulsor para la economía y, por ende, de la demanda de petróleo. Este sentimiento de euforia está cotizando en un crudo que supera los 62 dólares el barril, en el caso del Brent. Sin embargo, los fundamentales que dominan el mercado petrolero muestran una realidad muy distinta para el medio plazo: una oferta que superará el crecimiento de la demanda, un previsible aumento de los inventarios y una OPEP fracturada y con grandes limitaciones a la hora de coordinar un recorte sensible de la producción.

A diferencia de Draghi, señala directamente a quienes deben estimular la economía

Política monetaria

El Comité Federal de Mercados Abiertos de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) vuelve a cumplir con las expectativas del mercado y rebaja por tercera vez desde el pasado mes de julio los tipos de interés en 25 puntos básicos. Un recorte que deja el precio del dinero en un rango de entre el 1,50% y el 1,75%, niveles no registrados desde marzo del año pasado.

Política monetaria

Christine Lagarde, nueva presidenta del Banco Central Europeo, ha insistido este miércoles en que los países de la zona euro con grandes superávits presupuestarios deben invertir más para impulsar el crecimiento económico, empujar la inflación y el PIB del conjunto de la zona euro. A diferencia de Mario Draghi, expresidente de la entidad, que nunca dio nombres, Lagarde sí ha señalado directamente a Alemania y Países Bajos como países que tienen gran margen para 'gastar' sus superávits fiscales y que no han hecho lo suficiente.

Política monetaria

El discurso de Mario Draghi en su 'fiesta' de despedida como presidente del Banco Central Europeo (BCE) dejó varios mensajes importantes. A las ya habituales llamadas a la mayor integración, el presupuesto 'euro' o la finalización de la unión bancaria, Draghi dejó entrever que la política monetaria ha alcanzado sus límites dentro del marco actual. Christine Lagarde, la nueva presidenta de la institución que asume hoy el cargo, necesita dar un mensaje diferente que sea recibido como una brisa de aire fresco, que sin embargo no puede revertir el decreciente impacto de una política monetaria agotada. La capitulación parcial anunciada por Draghi coincide con el consenso de los expertos: cambio de caras en Frankfurt con mismas limitaciones.

Materias primas

Históricamente, tanto EEUU como Europa han acogido con los brazos abiertos una caída del precio del petróleo. Por el contrario, las subidas del crudo eran recibidas como un severo golpe al bolsillo de los hogares que podía dañar su consumo y la economía. En Europa sigue dominando este axioma, pero en EEUU ha ido mutando poco a poco en los últimos años a medida que aumentaba la producción de crudo doméstica y el sector del petróleo ganaba peso en la economía. Es más, en la actualidad se puede decir que esta hipótesis se ha revertido. Hoy, unos precios del petróleo bajos pueden hacer más mal que bien a la mayor economía del mundo.

Economía

Parece un sinsentido absoluto. La productividad es el motor del crecimiento económico y sin embargo en España parece ocurrir todo lo contrario. En periodos de expansión económica la productividad comienza a desacelerarse incluso llegando registrar tasas de crecimiento negativas, mientras que en las recesiones España suele liderar el crecimiento de la productividad en Europa. La explicación a este fenómeno reside, entre otros factores, en el mercado laboral español, uno de los más disfuncionales de los países desarrollados, con un peso elevado del empleo temporal y donde la creación de empleo se concentra en las fases de recuperación en sectores de baja productividad. Los buenos datos de empleo (hasta la semana pasada) de los últimos trimestres han venido acompañados de caídas reales en la productividad por persona empleada, una historia que se repite en las últimas décadas y que impide que España alcance los estándares de vida de los países punteros en Europa.

Medidores de precios

La tendencia del Índice de Precios al Consumo (IPC) tanto en España como en la zona euro es claramente bajista. El último dato del mes de septiembre muestra que los precios solo crecieron un 0,2% anual en España y un 0,8% en la zona euro, los datos más bajos desde 2016. Sin embargo, el deflactor del PIB (otro indicador habitual para medir la inflación y que tiene en cuenta una gama mucho más amplia de bienes y servicios que el IPC) desvela que los precios han subido un 1,8% anual en España y un 1,7% en la zona euro. Esta brecha entre deflactor e IPC es producto de los diferentes componentes que calcula cada indicador, sin embargo deja entrever que quizá el coste de la vida está subiendo algo más rápido de lo que dice el IPC, que es el indicador estrella para gobiernos e institutos de estadística.