Correlación no implica causalidad. Vicente Nieves lleva buscando explicaciones a los movimientos de los mercados y de la economía desde la crisis financiera de 2007. Aún no tiene la respuesta.
Materias primas

El precio del petróleo Brent (de referencia en Europa) se está disparando cerca de un 10% tras los ataques con drones a la industria petrolera de Arabia Saudí. El shock es importante, pero los efectos solo temporales y redimibles en un espacio relativamente corto de tiempo. Sin embargo, las consecuencias de este 'golpe' pueden ser fatales si este conflicto a varias bandas (Irán, Arabia Saudí, Yemen, EEUU, Israel...) se encarniza y estos ataques pasan a ser algo habitual o se termina generando un conflicto total con Oriente Medio como escenario.

Política fiscal

La economía de la zona euro pierde fuelle y el Banco Central Europeo (BCE) poco más puede hacer para estimular la inversión y el consumo (si respeta los tratados de la UE). Parece que ha llegado el turno de la política fiscal (y de más reformas estructurales) y algunos líderes europeos como el francés Emmanuel Macron lo tienen claro. Sin embargo, la dividida Europa no iba a ser menos en esta cuestión y los países que más espacio fiscal tienen no están dispuestos a hacer grandes esfuerzos, mientras que los gobiernos más endeudados anhelan el permiso de Bruselas para gastar.

Política monetaria

Extensa batería de medidas aunque todas ellas con un alcance limitado. El Banco Central Europeo (BCE) ha endurecido la tasa que cobra a los bancos hasta el -0,5% y ha anunciado la vuelta del programa de compras netas de bonos (QE por sus siglas en inglés), por valor 20.000 millones de euros mensuales y que dará comienzo el 1 de noviembre. También se implementa un sistema de tramos para reducir la penalización que paga la banca por el exceso de liquidez (ese -0,5% de la tasa de depósito), aunque su efecto será reducido. En lo que a tipos se refiere, el banco central ha vuelto a disparar contra la facilidad de depósito que se queda en el -0,5% tras un recorte de 10 puntos básicos. Este ha sido el primer recorte desde marzo de 2016. El resto de tipos clave quedan inalterados, con el tipo principal de refinanciación en el 0% y el de facilidad de crédito en el 0,25%. Lea aquí el comunicado completo.

Más allá de las medidas no convencionales

Cuando la inflación comienza a flojear y no se ven signos de mejora (más allá de las optimistas previsiones del BCE), el helicóptero del dinero empieza a sobrevolar por las cabezas de analistas y medios de comunicación. Este instrumento está lejos de ser implementado en la zona euro (por ahora), pero ante la escasez de 'balas' en el cargador del banco central y la dudosa eficacia de las que quedan por gastar, entregar dinero directamente a cada familia podría ser una solución (sin duda muy peligrosa) para reanimar la inflación, como han defendido algunos expertos como el expresidente de la Fed Ben Bernanke.

Política monetaria

Este jueves tiene lugar la esperada reunión del Banco Central Europeo. Desde el último cónclave celebrado en julio, el Consejo de Gobierno y los expertos que colaboran con ellos han tenido que trabajar con la expectativa que se ha levantado en torno a la batería de medidas que podría anunciar el BCE para revertir la desinflación y el riesgo de recesión en la Eurozona. El anuncio y la puesta en marcha ipso facto de un nuevo programa de estímulos (compras netas de activos, QE por sus siglas en inglés) aparece en las quinielas de muchos analistas (junto a un recorte de tipos y la promesa de no elevarlos por mucho tiempo), pero para que este nuevo programa (QE II) tenga impacto, el BCE podría verse obligado a revolucionar los parámetros bajo los que se ha regido el QE I. En caso de anunciarse este nuevo programa, hasta cuatro cambios pueden revolucionar y ampliar el margen de actuación del banco central.

Los peligros de la integración económica

La salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) está más presente que nunca y el Banco de Inglaterra (BoE) casualmente -o no- ha publicado un trabajo en el que enumera los riesgos inherentes a una mayor integración económica. El BoE ha utilizado el euro para poner nombre a los países que han sufrido estos desequilibrios fruto de la búsqueda de una interconexión mayor entre economías diferentes.

El devenir del Viejo Continente

La mayor gestora de bonos del mundo prevé un futuro cuando menos incierto para el club del euro. Desde Pimco atisban hasta cinco fuerzas que pueden golpear la economía de la eurozona y erosionar aún más la cohesión de una unión monetaria excesivamente artificial. La creación del euro ha sido una decisión más política que de sentimiento real y que, probablemente, no contaba con el entusiasmo de unos pueblos diferentes que iban a compartir cada vez más responsabilidades y decisiones, una particularidad que puede ser peligrosa a la hora de enfrentarse a los problemas económicos que se atisban en el horizonte, según explican desde la gestora.