El precio del petróleo Brent (de referencia en Europa) se está disparando cerca de un 10% tras los ataques con drones a la industria petrolera de Arabia Saudí. El shock es importante, pero los efectos solo temporales y redimibles en un espacio relativamente corto de tiempo. Sin embargo, las consecuencias de este 'golpe' pueden ser fatales si este conflicto a varias bandas (Irán, Arabia Saudí, Yemen, EEUU, Israel...) se encarniza y estos ataques pasan a ser algo habitual o se termina generando un conflicto total con Oriente Medio como escenario.
UBS: "El riesgo político volverá a fijar los precios del petróleo, por lo que vemos la posibilidad de que el barril de Brent suba hasta los 80 dólares... pero queremos analizar los detalles antes de determinar si esto es realista"
Aunque Irán se ha desvinculado de los ataques sobre las instalaciones saudíes, el presidente de EEUU ha culpado directamente a Teherán de estar detrás de este movimiento perpetrado por los hutíes de Yemen. Los hutíes cuentan con el apoyo de Irán en la guerra civil que se libra en Yemen, y en la que también está presente de forma muy importante Arabia Saudí, apoyando al todavía presidente Abd Rabbuh Mansur al-Hadi, líder de los sunitas en el país.
Aunque EEUU ha arrebatado a Arabia Saudí el puesto de mayor productor de petróleo del mundo, Riad sigue siendo el mayor exportador global con 7 millones de barriles por día (produce mucho más de lo que consume), por lo que su producción es vital para mantener unos precios estables en el crudo y en todos sus derivados (gasolinas, plásticos, ceras...).
Solo un susto, por ahora
La instalación de producción de crudo más grande del mundo en Abqaiq y la segunda más grande de Arabia Saudí en Khurais han sido las que han sufrido los ataques con drones el sábado. De este modo, Arabia Saudí ha perdido temporalmente 5,7 millones de barriles por día (mbd) de producción de crudo. Según los analistas de Danske Bank "la compañía petrolera estatal, Saudi Aramco, puede reanudar una parte significativa del volumen de producción perdido en cuestión de días, pero puede necesitar semanas para volver a su capacidad total".

Si las aguas se calman, el mercado petrolero tendrá dificultades tan solo temporales para hacer frente a una pérdida de producción del 5% mundial. La mayoría de las exportaciones de crudo de Arabia Saudí van a EEUU, China, Japón y Corea del Sur. Los cuatro países tienen importantes reservas estratégicas de petróleo, que pueden llenar el vacío temporal en el suministro de crudo. "A escala mundial, esperamos que la debilidad de la demanda, debido a la desaceleración del crecimiento económico, y las ramificaciones de la guerra comercial, actúe como un factor atenuante. Recientemente, la OPEP + expresó su preocupación por un creciente excedente de suministro de petróleo". Los inventarios de crudo en la OCDE rondan los 3.000 millones barriles de petróleo y otros líquidos. La OCDE tiene reservas para aguantar 60 días sin producir ni importar una gota de crudo, un escenario que parece bastante lejano.
No obstante, incluso si resulta ser solo una pérdida temporal de producción, "lo vemos como un golpe significativo para el mercado petrolero de varias maneras. En primer lugar, el mercado del petróleo está acostumbrado a las interrupciones en la producción, pero nada parecido a la magnitud que se observó en Arabia Saudí durante el fin de semana", señalan desde el banco danés. Por ejemplo, las interrupciones en Libia debido a los ataques rebeldes son normalmente de unos 250.000 barriles por día. La parte positiva es que, por ahora, todo parece ser un shock temporal.
El gran riesgo para el petróleo
En el peor de los casos, este susto puede ser la premonición de algo mucho peor. La Guardia Revolucionaria de Irán ya ha advertido de que están listos "para una guerra en toda regla... y que las bases de EEUU están dentro del rango de sus misiles" después de que la Casa Blanca culpase directamente de los ataques con drones a Irán, a pesar de que los rebeldes hutíes de Yemen se habían autoproclamado autores del atentado que consideran como una represalia por la guerra que libran los saudíes contra ellos en Yemen.
De producirse una guerra total las consecuencias pueden ser muchas, pero lo único seguro es que el precio del petróleo se dispararía. Por un lado, Irán (de mayoría chií) y sus aliados (los hutíes, también chiíes) podrían intensificar los ataques contra las instalaciones petroleras de Arabia Saudí (de mayoría sunita), bloqueando la producción del reino y generando gran incertidumbre a la producción potencial en el corto plazo. El chiismo y el sunismo son las dos principales ramas del islam, y ahora están enfrentadas en varios puntos de Oriente Medio.
Cerrar el Estrecho de Ormuz
Otro escenario que ya se ha estudiado en ocasiones anteriores es la posibilidad de que Irán intente cerrar el Estrecho de Ormuz, por donde pasan el 30% de todas las exportaciones de petróleo del mundo. No sería la primera vez que Teherán amenaza con esta posibilidad.
Hasta el ataque de este fin de semana, el Estrecho de Ormuz ha sido el lugar donde se han producido casi todos los altercados relacionados con el petróleo. En un trabajo de los economistas de UBS que analizaba la importancia de este estrecho en 2018 se aseguraba que el bloqueo de este 'hilo' de agua "podría disparar el precio del petróleo si perduraba".
Según los datos de la Agencia de la Energía de EEUU, por ese estrecho pasaron en 2016 unos 18,5 millones de barriles por día, además de ser otra de las rutas principales por las que se exporta el gas natural licuado producido en Qatar, el mayor exportador del mundo de esta materia prima. Un pequeño brazo de mar que puede causar grandes disrupciones en el mercado energético por su enclave estratégico.
Los propios economistas de UBS reconocen en una nota publicada este lunes que más que las consecuencias tangibles del propio ataque, "este evento puede provocar una vuelta a la fijación de precios del petróleo a partir del riesgo político... La partida del asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, la semana pasada fue interpretada por muchos como una reducción del riesgo política; sin embargo, este evento puede ser de una magnitud con consecuencias más significativas". Los analistas del banco suizo no descartan que el crudo suba hasta los 80 dólares.
El ataque de los rebeldes hutíes puede haber contado con el apoyo de Irán, aliados tradicionales en la región en la guerra que libran contra Arabia Saudí en Yemen. Irán está sufriendo directamente las renovadas sanciones de EEUU y este ataque de los hutíes (con presunto apoyo iraní) puede ser una forma de matar dos pájaros de un tiro: un golpe su mayor rival regional, Arabia Saudí, y aliado más importante de EEUU en la zona.
Los economistas de Crédito y Caución explican que la reimposición de sanciones a Irán por parte de Estados Unidos ha devuelto al país a una economía de resistencia marcada por las moderadas perspectivas de crecimiento a largo plazo y una elevada inflación, lo que está generando un enorme malestar entre la población. Irán podría intentar golpear a los causantes de esta situación y desviar así también la atención hacia 'los enemigos del exterior'.
La economía de resistencia en Irán entraña una mayor dependencia de la producción nacional y el impulso del comercio de trueque. Irán ha limitado la importación de más de 1.300 productos lo que, junto a la fuerte depreciación del rial, reducirá las importaciones, preservará la salida de divisas y estimulará la producción nacional, aseguran desde Crédito y Caución.
Los temores de sanción entre los socios comerciales son un gran revés para el potencial de crecimiento de Irán. Las exportaciones de petróleo de Irán han pasado de más de 2,5 millones de barriles por día en 2018 a no más de 400.000 en julio, muy por debajo de los 1,1 millones en el anterior período de sanciones. La exportación de otros productos no petroleros (35% del total) como químicos, plásticos, metales, hortalizas y frutas también se ha ralentizado significativamente, a pesar de tener como destino principal países críticos con las sanciones, como Turquía, China, India o Irak. El golpe temporal a la producción saudí puede ser también un alivio temporal para las exportaciones de Irán, que comparte socios comerciales con Riad.