Volatilidad en el mercado del petróleo ante la creciente tensión que se vive en el Estrecho de Ormuz, un brazo de mar por el que pasa alrededor del 30% de todo el petróleo que se exporta en el mundo. Este fin de semana, el Gobierno de Emiratos Árabes Unidos ha denunciado que cuatro barcos de carga han sido objeto de "operaciones de sabotaje", entre ellos dos buques petroleros saudíes. Este estrecho es clave para para que el petróleo de Arabia Saudí (mayor exportador del mundo), de Emiratos Árabes Unidos, de Kuwait o Irán pueda fluir hacia los países que son importadores netos. Pero las sanciones de EEUU al crudo de Irán ponen el peligro la apertura de esta vía marítima, que de cerrar por algún tipo de conflicto podría disparar el precio del petróleo.
El sabotaje a estos barcos ha llegado a impulsar el precio del crudo más de un 2%. No obstante, las fuertes caídas en Wall Street y el recrudecimiento de la batalla comercial entre EEUU y China han terminado arrastrando al petróleo hacia los número rojos.
El Brent, de referencia en Europa, llegó a cotizar por encima de los 72,5 dólares mientras que el West Texas ha superado los 63 dólares el barril. De bloquearse el Estrecho Ormuz (cuyas aguas pertenecen a Irán, Oman y Emiratos Árabes Unidos), los países que usan esa ruta tendrían que usar otras vías menos eficientes y más caras para vender su petróleo, lo que incrementaría el coste de la materia prima.
Aunque Ni Riad ni Abu Dabi han acusado directamente a Irán, el incidente se produce en un momento de repunte de la tensión con Teherán en el golfo Pérsico. Los dirigentes iraníes podrían sospechar que las renovadas sanciones de EEUU a su crudo podrían responder a las presiones de Arabia Saudí y otros pequeños miembros de la OPEP. Con el veto al petróleo iraní en los países occidentales se consigue una reducción de facto de la oferta de petróleo global de unos 300.000 barriles, ejerciendo presión al alza sobre el precio del 'oro negro'.
Con esta reducción forzosa de las exportaciones de petróleo iraní, países como Arabia Saudí (gran enemigo de Teherán en la región) y otros productores se ven directamente beneficiados de unos precios más altos para el crudo y de la 'expulsión' de uno de los países que rivaliza por vender su petróleo a los países occidentales.
La sempiterna rivalidad entre Arabia Saudí e Irán, principales poderes sunita y chiita en Oriente Medio, respectivamente, y dos de los mayores productores de la OPEP, está poniendo en riesgo la integridad del propio cártel petrolero, que amenaza con resquebrajarse ante el choque de intereses entre sus propios miembros.
La importancia de Ormuz
Aunque Therán ha negado cualquier relación con el sabotaje de este fin de semana, las autoridades iraníes han amenazado con bloquear el estratégico estrecho de Ormuz, si las sanciones impuestas por Estados Unidos tras retirarse del acuerdo nuclear de 2015 impiden sus exportaciones de petróleo, vitales para la economía del país.
Washington anunció en abril el fin de las exenciones que había concedido a ocho naciones o territorios (China, India, Italia, Grecia, Japón, Corea del Sur, Taiwán y Turquía) para que siguieran comprando petróleo a Irán. Además, en la última semana, EEUU ha enviado al golfo Pérsico el buque de asalto anfibio USS Arlington, misiles Patriot, el portaaviones USS Abraham Lincoln y bombarderos.
Pese a este despliegue militar, los Guardianes de la Revolución de Irán aseguraron ayer que no ven probable una guerra con EEUU y que, en caso de ataque, tienen la capacidad de responder con firmeza.
En un trabajo de los economistas de UBS que analizaba la importancia de este estrecho en 2018 se aseguraba que el bloqueo de este 'hilo' de agua "podría disparar el precio del petróleo si perduraba".
Según los datos de la Agencia de la Energía de EEUU, por ese estrecho pasaron en 2016 unos 18,5 millones de barriles por día, además de ser otra de las rutas principales por las que se exporta el gas natural licuado producido en Qatar, el mayor exportador del mundo de esta materia prima. Un pequeño brazo de mar que puede causar grandes disrupciones en el mercado energético por su enclave estratégico.
