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El fino hilo que impide (por ahora) que el petróleo se dispare y supere los 100 dólares

  • El jefe de inversión de UBS cree que se puede ir a los 120 dólares por barril
  • Si Irán bloquea el estrecho de Ormuz se puede perder el 30% del crudo
Foto de Dreamstime

Un tenso equilibrio entre oferta y demanda está manteniendo al barril del petróleo entre los 70 y los 80 dólares en los últimos meses. La capacidad para bombear más crudo por parte de los grandes productores es muy escasa tras años de muy poca inversión. Cualquier mínimo cambio puede acabar con este equilibrio y disparar el precio del crudo, algo que cada vez más inversores ven como un riesgo real para la economía mundial y los mercados.

Los economistas de UBS destacan en su 'radar de riesgos globales' que "las disrupciones en la oferta de petróleo han preocupado a los mercados este año y este riesgo continúa estando inclinado hacia una subida del crudo derivada de mayores caídas de las exportaciones de Irán y de la menor capacidad de producción extra en los países de la OPEP".

UBS: "Otro catalizador puede ser el bloqueo por parte de Irán del Estrecho de Ormuz. Por ahí pasa más del 30% de todo el crudo exportado por mar, por lo que los precios se podrían disparar si se impone un bloqueo que perdure"

Siempre que ha habido algún tipo de problema con la producción de crudo en los últimos meses, el petróleo ha rebotado con fuerza, llegando a superar los 80 dólares por barril (tipo Brent). El estrecho margen para producir más crudo por falta de grandes inversión ha incrementado la sensibilidad de los precios del oro negro a cualquier factor que pueda modificar su oferta. Ahora mismo, el crudo de tipo Brent cotiza por encima de los 73 dólares y el West Texas en los 69 dólares. 

El jefe de inversión de UBS ve entre un 20 y 30% de probabilidades (frente al 10% de hace unos meses) de que se produzca una disrupción importante que lleve al oro negro hasta los 120 dólares por barril en los próximos doce meses.

Por otro lado, puede que la producción de petróleo de Estados Unidos no esté creciendo tan rápido como se pensaba. Las perforadoras estadounidenses extrajeron 10,442 millones barriles al día en mayo, unos 300.000 barriles menos al día de lo que la Administración de Información sobre Energía (AIE) había estimado.

La demanda de crudo crecerá de media este año entre 1,4 y 1,5 de millones de barriles al día. EEUU, por ahora, sólo ha logrado incrementar el bombeo en 400.000 barriles, mientras que países como Venezuela o Angola están sufriendo fuertes descensos en su bombeo diario que por lo menos se mantendrán en el medio plazo. Para evitar un shock alcista en el crudo, Arabia Saudí, otros países de la OPEP y Rusia han incrementado su producción para compensar estos factores.

"Con Arabia Saudí acercándose a su récord de producción este verano, una parte importantes de la capacidad ociosa para bombear más se está esfumando y podría caer a niveles mínimos de los últimos diez años. Esto dejaría al mercado de petróleo con un margen de error muy fino, planteando un riesgo alcista para los precios", aseguran Giovanni Staunovo, Clemence Rusek y Daniil Bargman, analistas de UBS.

La importancia del estrecho de Ormuz

Estos economistas creen que la chispa que puede prender la mecha puede llegar por varios sitios, "incluyendo una caída importante de la producción en Irán... Otro catalizador puede ser el bloqueo por parte de Teherán del Estrecho de Ormuz. Por ahí pasa más del 30% de todo el crudo exportado por mar, por lo que los precios se podrían disparar si se impone un bloque que perdure", según señalan desde UBS.

No obstante, los expertos del banco suizo creen que este situación es un riesgo con pocas probabilidades. Por un lado, muchos países productores (incluido Arabia Saudí) no podría exportar su crudo por mar. Por otro lado, varios países occidentales podrían intervenir con sus ejércitos para evitar este bloqueo.

Desde UBS advierten de que "durante los episodios previos de grandes shocks en la oferta, las acciones globales cayeron de media un 15%, pero se recuperaron normalmente en unos seis meses".

En lo que se refiere al crecimiento económico, el buen momento de la actividad global puede contrarrestar un aumento de los precios del crudo, pero si el barril "se sitúa por encima de los 100 dólares, el impacto neto en el crecimiento global empieza a ser negativo. Además, en caso de un sostenido aumento de los precios, los bancos centrales se verán obligados a subir tipos para frenar la creciente inflación, incrementando el riesgo de una recesión".

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