Restauración
Como ocurre en todos los sectores productivos, son las grandes empresas de restauración las que están mejor preparadas para absorber los efectos de la inflación, al tener la capacidad para repartir a lo largo de toda su estructura los efectos del incremento de sus costes primarios. Pero, ¿qué ocurre con los pequeños restaurantes, que han de asumir en solitario toda esa carga adicional?