Durante años, España fue agrupada bajo el acrónimo “PIGS”, una etiqueta con tinte peyorativo que la vinculaba a economías con problemas estructurales dentro de la eurozona. Sin embargo, los últimos datos macroeconómicos revelan que España ha experimentado una evolución positiva en todos sus principales indicadores el último año, dejando atrás la volatilidad que caracterizó su desempeño en décadas anteriores. Según el informe "De problema a potencia europea: España y el fin de la era PIGS", elaborado por el Departamento de Riesgo de Crédito y Estudios Económicos de la fintech española MytripleA, la economía española empieza a posicionarse como una de las más resilientes de la Eurozona y un destino atractivo para la inversión.
