Zelda la Grange tuvo la suerte de empezar su carrera con sólo 23 años de la mano de una de las figuras más relevantes del siglo XX, el premio nobel de la paz de 1993 Nelson Mandela. Cerca de tres décadas después, continúa involucrada en perpetuar su legado, convirtiéndose en una firme defensora de sus ideales y promoviendo su mensaje de paz, reconciliación y derechos humanos.