Nuestra sociedad tiene por delante enormes retos interconectados de sostenibilidad y resiliencia que llaman a grandes transformaciones. Podríamos considerar que tal vez esta pudiera ser la mayor necesidad innovadora de la historia. Pero estos mismos retos, por su naturaleza compleja, han de ser atendidos desde un nivel superior de complejidad, es decir, desde un pensamiento y trabajo sistémico. Como dijo Albert Einstein, ningún problema puede resolverse desde el mismo nivel de consciencia que lo ha creado. Y aquí aparece una poderosa conexión entre los territorios y el emprendimiento.