Pedro Torrijos
Hay un elemento que define el concepto de civilización mejor que casi cualquier otro: la ciudad. La concentración de viviendas es el símbolo de la sociedad prácticamente desde que existe la sociedad. Por eso, la urbanización de terrenos antes deshabitados solía verse como signo de progreso. Digo "solía" porque todos sabemos cómo, en más de un caso, la avaricia vinculada a los desarrollos urbanísticos no traía nada de progreso sino más bien ruina, decadencia y abandono.