Las tragedias son una parte inevitable de la vida humana. Ya sean causadas por las fuerzas de la naturaleza, el calentamiento global, la negligencia de las empresas o los errores humanos de ingeniería, los desastres y tragedias nos obligan a cuestionar nuestras prácticas y formas de hacer. Debemos aprender de las experiencias, identificar las causas, mejorar las formas de prevención y crear respuestas más efectivas para brindar alivio a las víctimas.

Especialista global en resolución de disputas trabajando para entidades como Banco Mundial, BID y agencias de Naciones Unidas