Ollie Beckett
El nerviosismo generado por las negociaciones sobre la deuda griega y el reciente repunte de la volatilidad ha llevado a algunos inversores a recoger beneficios. Sin embargo, a pesar de que la caída de los volúmenes de negociación que caracteriza al periodo estival en Europa debería generar nuevas turbulencias en el mercado a corto plazo, los factores que provocan gran parte de la volatilidad deberían dar paso, en última instancia, a lo que continúa siendo un panorama de fundamentales sólidos en la renta variable europea. Las políticas monetarias acomodaticias del BCE, una combinación de recortes de tipos y la tan anunciada relajación cuantitativa, provocaron que el euro cayera en picado frente al dólar (un 20,3% entre el 1 de julio de 2014 y el 10 de abril de 2015). Los inversores reaccionaron ante este movimiento apostando por el DAX, animados por la exposición internacional de las empresas que lo componen y por unos ingresos denominados en dólares.