Tribuna
24/08/2019, 09:37
Sat, 24 Aug 2019 09:37:15 +0200
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Este fin de semana está reunida en una idílica población de Wyoming, Jackson Hole, la plana mayor de los responsables de la política monetaria. No estará el italiano Mario Draghi, pero el BCE está bien representado, acaparará además los ojos de periodistas, financieros, economistas y políticos. Todos los ojos se han vuelto hacia ellos, pues la desaceleración económica es ya un hecho incontestable en todos los rincones del planeta y amenaza con convertirse en una recesión global. Siendo un sitio idílico, no es una inquebrantable aldea gala, los banqueros centrales no son druidas, por supuesto la política monetaria no es la pócima mágica, y la desaceleración menos una legión romana. La situación no es una trama de una historia de Asterix y Obelix. Desde hace ya mucho tiempo, los mercados financieros y el mundo económico vienen considerando a la política monetaria la pócima frente a todos los problemas económicos.