Profesor de la Fundación de Estudios Financieros
Miguel A. Bernal Alonso

Durante mucho tiempo España tuvo un déficit de infraestructuras considerable; es por ello que a nadie puede sorprender el anhelo de los ciudadanos por mejorar este aspecto. Deseo lógico, por otra parte, puesto que las infraestructuras, como ustedes bien saben, contribuyen al desarrollo no solo económico, sino también social de las diferentes áreas y zonas geográficas.

Opinión | Miguel A. Bernal Alonso

El devenir de las negociaciones de Grecia con sus acreedores, lejos de ser un clásico griego intemporal, se ha convertido en una telenovela iberoamericana, pesada, larga y cansina. Desde que Syriza llegó al poder, la actuación del Gobierno griego está siendo una cadena de despropósitos y un desafío constante a sus acreedores, aunque lo peor de todo son los resultados que para el pueblo griego está teniendo la gestión de la grave crisis, la cual parece instalada ya definitivamente. Syriza y su gestión está agravando aún más la pésima situación griega.

Opinión | Miguel A. Bernal Alonso

E l Gobierno ha presentado esta misma semana, coincidiendo con el avance del PIB, sus nuevas previsiones económicas. El presidente ya anunciaba un crecimiento vigoroso para este año, cercano al 3 por ciento de avance para el PIB, cifra que queda ya como estimación oficial y que es la más alta de todas las realizadas hasta el momento. Al hilo de esta revisión, desde el Gobierno se nos dice que si la recesión ya se había dejado atrás, ahora la crisis ya ha pasado. En este último punto, el de la crisis, no puedo estar de acuerdo.

Miguel A Bernal Alonso

La actual crisis ha golpeado despiadadamente el nivel de bienestar de nuestra clase media, ese gran tesoro acumulado durante años, para beneficio de nuestras familias. Hay diferentes razones: un mercado laboral ineficiente por falta de reformas, la preferencia de las familias por la inversión en inmuebles y depósitos, la falta de formación adecuada, una estructura económica procíclica, por supuesto, atomización de nuestras empresas y, cómo no, las cuentas públicas.

Opinión | Miguel A. Bernal

El dato de empleo del Inem ha sido, probablemente, la noticia de la semana. La economía española lleva ya meses de forma continua bajando el número de parados. El dato viene a demostrar que con la reforma realizada, en el momento que la economía española comienza a registrar crecimiento, genera empleo. Su aumento es prácticamente generalizado, tanto por comunidades autónomas, como por sectores -aquí todavía con un cierto sesgo hacia hostelería y construcción-.

Opinión | Miguel A. Bernal

En Venezuela ya no se publica el IPC. De esta forma la tremenda inflación de un país que, por sus características estaría llamado a ser la economía más floreciente de Iberoamérica, ha dejado de ser un inmenso problema estadístico.

Opinión | Miguel A. Bernal

Paraísos fiscales, políticos y familias bajo sospecha; Hacienda corrigiendo a jueces sobre posibles delitos fiscales de partidos; tramas de blanqueo de capitales a organizaciones mafiosas y criminales; personalidades puestas al descubierto por evasión fiscal; un banco que va ser liquidado y que recientemente fue inspeccionado; sociedades pantallas, testaferros, responsables de partidos políticos que corren a hacer declaraciones paralelas para evitar sanciones; sistemas bancarios de países puestos en entredicho por prácticas cuestionables; multas multimillonarias a grandes bancos por lavado de capitales... Y también nombres curiosos: sándwich holandés, doble irlandés, trucha fiscal... Por último, países y acuerdos fiscales (Luxemburgo, Irlanda, Mónaco, San Marico, Andorra o Suiza en plena Europa) o maravillosas islas: Barbados, Antillas Holandesas, Bermudas...

Miguel Ángel Bernal

Soy de los que opinan que los electores no se equivocan cuando las urnas hablan; otra cosa diferente es que sepamos traducir convenientemente lo que nos quieren decir los ciudadanos a través de sus votos. Una de las primeras cuestiones que más interesa saber es si después de esta crisis el bipartidismo había muerto. En este sentido la respuesta, al menos en Andalucía, ha sido clara: no, no ha muerto; pero sale muy dañado.