Los compromisos de cero emisiones netas están de moda. Los países, las empresas y otras entidades en todo el mundo se han comprometido a eliminar sus emisiones netas de gases de efecto invernadero hasta una fecha determinada, para algunos, dicha fecha está muy cercana, por ejemplo se la fijó en el año 2030. Pero los objetivos de cero emisiones netas no equivalen a limitar el calentamiento global al objetivo determinado en el acuerdo climático de París que es de 1,5° Celsius, o, por ende, cualquier otro nivel particular de calentamiento. Es el camino hacia cero emisiones netas lo que marca la diferencia.