Energía

China aprieta a la industria solar de la UE al limitar la exportación de minerales

  • Desde agosto se han intensificado los controles sobre el germanio y el galio

China presiona a la Unión Europea para tratar de frenar su intento de reconstrucción de una industria de fabricación de paneles solares. A la decisión de incrementar su producción para hacer bajar los precios en cerca de un 25% y sacar del mercado a las compañías europeas, el Gobierno de Pekín está aplicando desde el pasado mes de agosto un control de las exportaciones de dos materiales críticos clave para la fabricación tanto de semiconductores como de los propios paneles: el galio y el germanio.

Según los nuevos controles, se necesitarán licencias especiales para exportar galio y germanio del país asiático, la segunda economía del mundo. China produce el 80% del galio del mundo y el 60% del germanio, según la Alianza de Materias Primas Críticas, lo que supone que controla un punto clave para la producción de ambos productos.

Bruselas, por su parte, está impulsando a la vez la nueva normativa de minerales críticos para tratar de recuperar la producción de algunos de estos elementos clave en territorio europeo y, a la vez, impulsa el club de socios de minerales críticos -con el apoyo de los fondos Global Gateway- con los que colaborar para acelerar la transición energética a cambio de poder utilizar sus recursos naturales.

La medida de Pekín se produce después de que Estados Unidos y otros grandes fabricantes de microprocesadores como Japón y Países Bajos anunciaran restricciones a la exportación de tecnología clave para la fabricación de chips más avanzados en el país frente a la competencia de Taiwan, que sigue encabezando la producción de los microprocesadores más avanzados.

China y EEUU mantienen una guerra comercial tecnológica que se ha intensificado desde 2019. Entre las medidas aplicadas, Estados Unidos ha utilizado listas negras comerciales y restricciones a la exportación para aislar a China.

Ahora la batalla está llegando también a la industria eólica. Los problemas que atraviesan los fabricantes europeos como Siemens Gamesa están provocando una irrupción de los productores asiáticos que están comenzando a ganar contratos.

Bruselas ha reaccionado con rapidez en esta ocasión para evitar perder esta industria -como ya pasó con la solar- y ha anunciado un paquete de medidas de apoyo. Las espadas comerciales están en alto y las miradas puestas en la entrada en vigor el nuevo mecanismo de ajuste en frontera (CBAM) que puede afectar a las exportaciones chinas.

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