Los conflictos políticos, las guerras internas, los ataques terroristas y, en definitiva, la falta de seguridad para los turistas fueron los principales motivos por los que países como Turquía o Egipto dejaron de recibir millones de viajeros hace apenas unos años. Al mismo tiempo, el sur de Europa se enriquecía con turistas que llegaban de todas partes del mundo a visitar sus playas en verano. Sin embargo, vemos que la situación está ya en un proceso de cambio y es que este verano las reservas ya han crecido un 67% en Turquía. ¿Por qué? Porque los precios son más bajos; los hoteles, nuevos; las experiencias, únicas; y los destinos, aún por descubrir.