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Tue, 10 Dec 2024 09:35:36 +0100
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Bárbara Rey lleva 30 años (o más), mareando la perdiz y mareando a quien ha seguido sus entrevistas en prensa y televisión. Mentiras, amenazas a quien insinuara que era amante del rey de España, y después, en vista de que eran de dominio público sus relaciones con el monarca, empieza a insinuar y a contar a medias, que sí, que tal vez, que era un señor muy alto, hasta que ya en los últimos meses, por testimonios de periodistas serios, investigaciones y datos aportados por gente que la conocía a fondo, no tuvo más remedio que ir soltando retazos de la relación. Como ya avanzamos, este teatro emitido el lunes en Telecinco (con un 16.7% de audiencia, que lidera pero no es tanto), como parte de su oferta de entretenimiento, por mucho que hasta el disciplinado Franganillo forzara el cebo en los informativos, llega después de que la vedette pusiera una demanda contra Mediaset y varias productoras y después pactara retirarla a cambio de ir a sentarse a un plató para contar que Juan Carlos I la cogía de la mano y la llevaba a la cama cuando le entraban ganas de jarana.