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Carlos Fitz-James Stuart estuvo junto a su hermano Cayetano en el funeral por su madre, la duquesa de Alba

Lo adelantábamos así de claro el pasado 16 de noviembre en primicia: El duque de Alba estará junto a su hermano Cayetano y otros familiares en la misa por los diez años de la muerte de su madre. Así lo avanzamos y así ocurrió este miércoles. Se han cumplido diez años desde aquel 20 de noviembre de 2014 en el que la duquesa de Alba, una de las últimas aristócratas de renombre en España, falleciera en el Palacio de Dueñas, su paraíso particular en Sevilla. Tenía 88 años. Este miércoles, el homenaje para la queridísima duquesa ha reunido al mayor y al más pequeño de sus hijos varones. Hubo quien creyó que Carlos Fitz-James Stuart no estará junto a Cayetano Martínez de Irujo, cuya relación no es perfecta. Pero tal y como desde el entorno de los Alba nos adelantaron en exclusiva, el primogénito estuvo. Carlos es el que ostenta el título y desde que lo asumió apartó a Cayetano de la gestión de la Casa de Alba. Los hermanos se saludaron este miércoles a las puertas del Santuario de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Nuestra Señora de las Angustias Coronada de Sevilla, sede de la Hermandad de los Gitanos, donde reposan las cenizas de doña Cayetana.

Nada de abrazos, besos ni charlas amistosas. Un 'buenas noches' y un apretón de manos frío pero muy educado, que para eso son duques. Cayetano reivindicaba hace días que él había organizado en solitario la misa anual en recuerdo de su madre desde que falleció, y aseguraba unas horas antes que le parecía bien la presencia de su hermano pero dejaba claro: "Todo lo he organizado y pagado yo". El duque de Alba, como también avanzamos, se ha hecho cargo del coste de la esquela, el organista y el donativo al templo, un gesto que algunos han recibido como un paso para el acercamiento. Otros, de puro orgullo.

Al duque de Alba se ha unido también Fernando, otro de los hermanos, que tampoco suele acudir a esta misa de recuerdo, y el resto de habituales, como Alfonso Díez, viudo de Cayetana Fitz-James, o su íntima amiga Carmen Tello.

Cayetano, que ha asistido acompañado por su novia, Bárbara Mirjan, ha actuado como anfitrión de los asistentes y ha atendido a la prensa: "Una misa al año para recordarla es lo mínimo que merece mi madre", ha dicho. Un dardo directo para el resto de hermanos ausentes, Alfonso, Jacobo y Eugenia, que esta misma mañana recordaba a su madre con un carrusel de imágenes y unas sentidas palabras: "No me hace falta ir a misa para recordarte. Estás siempre en mi pensamiento".

Cayetano y la relación con sus hermanos

De sobra es conocida la complicada relación familiar que hay entre los hijos de la difunta Cayetana y la claridad con la que el duque de Alba suele repetir que, en este momento, la Casa la componen él y sus dos hijos: "La Casa de Alba lleva 600 años y no la ha inventado nadie ahora. La Casa somos todos los hijos de Cayetana", nos recalcó Cayetano.

Los dos hijos más pequeños de la duquesa de Alba, Cayetano y Eugenia Martínez de Irujo, eran uña y carne, tanto que él fue el encargado de llevar a la duquesa al altar en su boda con Fran Rivera. Sin embargo, tras la muerte de su madre, las disputas familiares y los desencuentros marcaron una distancia que se ha tornado insalvable entre ellos. Eugenia no perdona a su hermano la publicación de sus memorias (con relatos y vivencias que no comparte) ni tampoco sus reproches de hace unos meses tras la investigación por parte de Ministerio de Medio Ambiente en tres de las fincas familiares. Cayetano aseguró que él trató de legalizar la situación pero no se lo permitieron y Eugenia, normalmente discreta, estalló: "¿Sabes lo que le pasa a Cayetano? Que se aprovecha de que los demás no hablamos. Es que no le entiendo. El problema es que él se aprovecha de que los demás hermanos no abrimos el pico".

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