Los hechos son tozudos: la audiencia en La 1 comulga mejor con el adoctrinamiento político en RTVE que con el salseo y el cotilleo: Intxaurrondo funciona, Mañaneros va mejor con Javier Ruiz y Cintora avanza y es competitivo en La 1 con la efervescencia del Caso Cerdán y el escándalo de los audios. Conclusión de la cúpula de TVE: más política y menos corazón. La Corporación se enfrenta a una nueva etapa de ajustes forzosos tras el fiasco de La Familia de la Tele. La posibilidad de consolidar a Jesús Cintora como figura vespertina se perfila como una solución temporal, con buenos datos de respaldo pero también con riesgos editoriales. El equilibrio entre la información, el entretenimiento y la pluralidad ideológica vuelve a estar sobre la mesa en una televisión pública que busca, una vez más, redefinir su identidad sin perder a su audiencia. La 1 es una autopista ideológica que comienza con Silvia Intaxaurrondo en La Hora de La 1, continúa con el Mañaneros 360 de Javier Ruiz, pasa al Telediario y después llega Cintora, cuyas dos incursiones en La 1 por la tarde, pasa sustituir con Malas Lenguas a La Familia de la Tele con la excusa informativa del escándalo Cerdán han sido exitosas.