Aunque el acuerdo entre EEUU y China se dé por hecho, este choque entre ambas potencias puede ser el inicio de una nueva era. Desde el primer mandato de Donald Trump, EEUU ha intentado torcer el brazo a China en la guerra comercial a través de aranceles, controles de exportación y restricciones tecnológicas. Como si de una carrera se tratara, la primera potencia del mundo buscaba impedir el rápido avance de la segunda con sus restricciones y músculo financiero. Sin embargo, Pekín podría haber encontrado el punto débil de EEUU... y de todos sus aliados occidentales: el control absoluto de las tierras raras, un grupo de minerales imprescindibles para la fabricación de imanes permanentes utilizados en automóviles eléctricos, drones, misiles, turbinas eólicas, cazas y robótica. Sin estos minerales es muy difícil que algunas industrias punteras puedan seguir el ritmo de la competencia global, pero sobre todo el ritmo que está empezando a adquirir la tecnología China. Aún es muy pronto para sacar conclusiones, pero si China deja a EEUU sin acceso a las tierras raras, el país que comenzó imponiendo los aranceles podría terminar siendo la gran víctima de la guerra comercial. No solo eso, el liderazgo de EEUU y los países aliados (Europa, Australia..) estaría en juego en varios sectores.

Redactor de economía y mercados. Doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Un día se preguntó cómo cotizaba un bono y ya no hubo vuelta atrás.