Bolsa, mercados y cotizaciones

El gran ajuste 'ninja': qué hay detrás de la sigilosa venta de bonos alemanes por parte de Japón

  • En abril, las ventas netas fueron las más grandes desde 2014
  • Superaron incluso a la liquidación de bonos del Tesoro de EEUU
  • Prevención ante el cambio de paradigma fiscal en Alemania
Imagen: Dreamstime

El teletipo sorprendía, en cierta medida, a los operadores este lunes. Los inversores japoneses vendieron la mayor cantidad de bonos soberanos alemanes (bunds) en una década en abril. En concreto, las ventas netas ascendieron a 1,48 billones de yenes (cerca de 9.000 millones de euros), la mayor cantidad desde 2014, según mostraron ayer los últimos datos de la balanza de pagos del Ministerio de Finanzas del país asiático. Esta sigilosa, como exige el manual del buen 'ninja', liquidación ha sido también la mayor entre los 12 mercados de bonos soberanos seguidos por el ministerio, en referencia a los títulos de deuda emitidos por los gobiernos, sus agencias y las autoridades locales.

En medio de las suspicacias por el abandono de los activos americanos por parte de los inversores extranjeros dadas las erráticas políticas de Donald Trump, los inversores japoneses también vendieron casi 1,1 billones de yenes en bonos del Tesoro estadounidense a largo plazo, la mayor cantidad desde octubre. Sin embargo, el caso alemán ha llamado más la atención. Conviene recordar que los inversores japoneses son el mayor tenedor extranjero de bonos del Tesoro estadounidense y uno de los principales tenedores de deuda pública de la zona euro, por lo que los mercados siguen de cerca los cambios en sus inversiones.

La lectura general entre los analistas del mercado es que este movimiento tiene que ver con el ambicio estímulo fiscal lanzado pergeñado por el nuevo gobierno alemán, que llevará aparejadas mayores emisiones de deuda. La decisión de Alemania de crear un fondo de infraestructuras de 500.000 millones de euros y suavizar las estrictas normas de endeudamiento para impulsar el gasto en defensa disparó el rendimiento de sus bonos en marzo. Esa rentabilidad exigida de los bunds, no obstante, cayó bruscamente en abril, al destacarse el mercado como refugio seguro para los inversores en medio de la volatilidad del Tesoro estadounidense.

Semanas después, los datos del flujo japonés dan una idea de lo que piensan los inversores internacionales sobre el plan de Alemania de desbloquear cientos de miles de millones de euros para inversiones en defensa e infraestructuras. "Los rendimientos saltaron tan bruscamente a principios de marzo que muchos inversores japoneses no pudieron salir de los bonos alemanes", explica Hideo Shimomura, gestor de cartera de Fivestar Asset Management en Tokio. "Imagino que el pensamiento habría sido reducir la exposición una vez que los rendimientos empezaran a bajar", suponiendo que el cambio de política fiscal de Alemania continuara, señala.

"No se trata, por tanto, de una oscilación puntual o marginal, sino de un movimiento con lectura estructural, que se suma además a la reducción -más modesta, pero también relevante- en las tenencias de deuda estadounidense", pone sobre el tapete Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad, en un comentario titulado de forma muy reveladora: "Señales de un ajuste silencioso".

Según el analista, la semana arrancaba con relativa calma en los mercados de deuda, en línea con lo observado tras los últimos movimientos de los bancos centrales. El lunes empezó con ligeros descensos en las rentabilidades de los bonos soberanos europeos -en torno a cinco o seis puntos básicos-, en coherencia con una macro razonablemente estable, una inflación contenida y el impacto todavía vigente de la bajada de tipos decidida la semana anterior por el Banco Central Europeo (BCE), expone Del Pozo.

Pero todo ese ese equilibrio inicial, prosigue el experto, se ha visto alterado con la publicación de una noticia que, "sin ser disruptiva desde el punto de vista de los fundamentales, sí resulta significativa por la magnitud de la operación y por lo que puede estar anticipando en términos de posicionamiento inversor a medio plazo".

"La interpretación inmediata remite a la reciente revisión de las reglas fiscales en Alemania, motivada por el ambicioso plan del gobierno alemán para aumentar su gasto público, con especial atención al refuerzo de la inversión en infraestructuras y defensa. Este giro en la política fiscal de uno de los pilares tradicionales del rigor presupuestario europeo tiene implicaciones claras: un mayor endeudamiento futuro que, previsiblemente, deberá ser retribuido con rentabilidades más altas por parte del mercado", sintetiza el director de inversiones financieras de Mutualidad. "Desde esta perspectiva, la reacción de los inversores japoneses parece preventiva. En lugar de asumir el riesgo de un ajuste de precios más agresivo -y con ello, posibles pérdidas en valor-, optan por deshacer posiciones", apostilla.

Más allá del titular llamativo de la venta de bonos alemanes por parte de Japón, lo relevante, para el analista, es lo que esta decisión refleja: "Una sensibilidad creciente del mercado hacia la sostenibilidad de las políticas fiscales, incluso en países tradicionalmente percibidos como seguros". Y en ese marco, la selectividad y el análisis riguroso vuelven a ser las herramientas esenciales para navegar la deuda soberana europea, remacha.

"En general se observa un entorno más tenso en los mercados, marcado por una multiplicación de señales de alerta, que conviene observar con atención. Lo que este episodio sugiere es una percepción más exigente por parte del inversor internacional respecto a la sostenibilidad fiscal de los emisores soberanos de referencia", avisa Del Pozo.

Este movimiento se inscribe, además, subraya el experto, en un contexto europeo que empieza a reflejar con mayor nitidez las divergencias internas entre países del núcleo y la periferia: "Un ejemplo llamativo es el comportamiento reciente de las primas de riesgo. La diferencia de rentabilidad entre los bonos italianos y los alemanes a 10 años ha descendido por debajo del punto porcentual, una caída notable si se compara con los 5,7 puntos que llegó a alcanzar hace apenas una década".

Más sorprendente aún resulta el caso francés, resalta. Actualmente, el bono a 10 años de Francia ofrece una rentabilidad superior al bono español y, en el tramo a dos años, cotiza incluso por encima del italiano. Este tipo de inversión en la curva, inusual en un país considerado núcleo del euro, responde al deterioro en la percepción del riesgo asociado a la deuda francesa, disemina el analista. "Los factores detrás de este fenómeno son claros: un elevado nivel de déficit público, una dinámica de deuda creciente y, sobre todo, una incertidumbre política que lastra la credibilidad del país ante los mercados", concluye. Todo un aviso a navegantes.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky