Redactora de Audiencias en elEconomista.es. Escribo sobre los dos mayores placeres de la vida: comer y viajar. Me gradué en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Rey Juan Carlos y cursé un máster en Gestión de Televisión en la Universidad Complutense de Madrid. Escribir, comunicar y compartir me viene desde siempre. Di mis primeros pasos como redactora web en Atresmedia, me puse frente a las cámaras de Telemadrid para intentar hacer la economía más accesible y ahora trabajo para contarte la historia que hay detrás de cada lugar.

La pasta es un placer para todos los sentidos. Da igual cuál sea la versión de la que estemos hablando, que la gran mayoría consiguen gustar a todos los públicos, incluido a los más pequeños de la casa. En este caso, te enseñamos a cocinar un plato que reúne todos los requisitos: fácil, delicioso y sin esfuerzo. Estamos hablando de las conchas rellenas de espinacas y queso ricota, y te aseguramos que en cuanto las pruebes, se van a convertir en una de tus recetas favoritas.

Uno de los errores más desagradables que se puede cometer en la cocina es pasarse con la sal. El sabor del exceso de sal es peor que cuando, por el contrario, una comida está insípida o no se ha condimentado de la manera correcta. A todo el mundo se le puede ir la mano con la sal, incluso a los cocineros más expertos, y aunque parece que no es fácil arreglarlo, por suerte, como con casi todo en esta vida, tiene solución.

Aunque el mundo de la cocina nos permite experimentar con una gran variedad de ingredientes y conseguir diferentes recetas deliciosas, hay veces que el cuerpo nos pide no complicarnos y cocinar algo sencillo y que sepamos que va a estar delicioso. Uno de esos platos que nunca fallan es el pastel de pollo. Parecido a una lasaña e ideal para toda la familia, es una de esas recetas que no implican casi esfuerzo y que se consiguen en poco tiempo.

Los amantes del senderismo y de la naturaleza encuentran en Andalucía un verdadero paraíso. Más allá de uno de los destinos más conocidos de la región, Sierra Nevada, se encuentran otros lugares igual de impresionantes donde disfrutar de senderos, bosques y ríos en pleno estado. El Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas es uno de ellos. Con sus más de 2.099 kilómetros cuadrados, este lugar cuenta con una red de senderos con los que poder explorar su esencia pura.

Cuando pensamos en Cataluña, por lo general, se nos vienen a la mente las grandes ciudades de Barcelona o Girona, además de su espectacular costa. No obstante, lo que no todo el mundo sabe es que esta región está repleta de pequeños pueblecitos y lugares con encanto. De entre todos ellos, hay uno que destaca especialmente por su ubicación y por la destreza que tuvieron en el pasado para construir un pueblecito en un desfiladero rocoso a 822 metros de altura. Estamos hablando de Rupit y de sus encantadoras casas de piedra, consideradas por la Organización Mundial del Turismo como uno de los pueblos más bonitos del mundo.

Aunque el sol no esté apareciendo mucho por varios puntos del país durante estos primeros días, la llegada de marzo supone unas cuantas cosas, entre ellas el comienzo de la primavera y del buen tiempo. También es un momento de celebrar en la cocina, ya que no solo se llenan de color los parques y calles de las ciudades, verduras y frutas como las frambuesas, el fresón, el mango o la papaya lucen más. Y por supuesto, encontramos novedades en las pescaderías, ahora un poco más baratas, para disfrutar comiendo productos del mar que están repletos de beneficios para nuestra salud y que, además, están deliciosos.

Seamos sinceros, seguro que en más de una ocasión te ha entrado antojo de algo dulce y no sabías que comer. Un bollo, una palmera de chocolate, un helado, unas tortitas, un gofre... Estas son las ideas que habitualmente surgen en nuestra cabeza, pero un antojo no tiene por qué ser malo, ni poco saludable. También existen opciones con las que poder disfrutar de un bocado dulce y no tener que renunciar a nada.

Si hay algo que caracterice a la gastronomía de Latinoamérica es su tradición, su mimo y su delicioso sabor. En Colombia, más allá de saber hacer café y estar orgullosos de ello, también cuenta con numerosas recetas tradicionales que conquistan el paladar y el estómago de cualquiera que las pruebe. Una de las más conocidas es el pan de bono, un panecillo típico de Cali donde el queso es el verdadero protagonista.

La tarta de queso es todo un clásico. No hay restaurante que se precie que no la incluya en su carta de postres, y eso, a muchos, nos dificulta poder probar otras propuestas. Cada vez es más habitual encontrar diferentes versiones, de pistacho, de Lotus, de frambuesa, de Oreo... Todas ellas están deliciosas, pero hubiera que elegir una de ellas, claramente, habría que quedarse con su versión más clásica, o también conocida como la tarta de queso de La Viña.

Después del frío del invierno, de las lluvias y de los días nublados, cada vez hay más ganas de que llegue la primavera. Por suerte, está a la vuelta de la esquina y eso significa que ya se acercan los planes que implican una terraza al solecito, unas gafas, ropa más ligera y bebidas con las que poder refrescarse. En esta estación también encontramos los colores más bonitos en las ciudades, ya que es el momento en el que las flores conquistan las calles y parques. Y también las cafeterías, porque aunque no todo el mundo lo sepa, también es posible disfrutar de su aroma y su sabor.