Redactora de Audiencias en elEconomista.es. Escribo sobre los dos mayores placeres de la vida: comer y viajar. Me gradué en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Rey Juan Carlos y cursé un máster en Gestión de Televisión en la Universidad Complutense de Madrid. Escribir, comunicar y compartir me viene desde siempre. Di mis primeros pasos como redactora web en Atresmedia, me puse frente a las cámaras de Telemadrid para intentar hacer la economía más accesible y ahora trabajo para contarte la historia que hay detrás de cada lugar.

En el centro de Europa, a orillas del Danubio se encuentran dos ciudades, casi opuestas, pero tan parecidas a la vez que podría decirse que son 'hermanas'. Con una distancia de apenas 60 kilómetros entre ellas, Viena y Bratislava, capitales de Austria y Eslovaquia respectivamente, se configuran como el reflejo perfecto del pasado de la Europa Central. Una con un pasado más imperial y la otra más rebelde, son la escapada perfecta para estos meses en los que comienza a hacer menos frío, pero todavía retienen ese encanto especial que le otorga la época invernal.

Los huevos son uno de los ingredientes más versátiles que podemos encontrar en la cocina. Cocidos, fritos, a la plancha, escalfados o revueltos, sea como sea, están riquísimos en todas sus formas y se pueden agregar a una gran variedad de platos para obtener el aporte nutricional necesario en el desayuno, comida, merienda o cena. Ahora bien, no siempre es fácil cocinarlos, sobre todo en el caso de querer huevos fritos.

Muchos alimentos requieren ser lavados previamente para eliminar aquellas impurezas o para desinfectarlos como es debido. Este es el caso de la fruta o las verduras, no obstante, hay otro tipo de alimentos que es mejor que no laven nunca, por lo que hay que estar totalmente seguros. Aunque pueda parecer una práctica totalmente inofensiva y se realice desde el objetivo de reforzar la seguridad alimenticia, puede conllevar todo lo contrario.

No hay nada que apetezca más con este típico frío del invierno que uno de sus platos calentitos que abrazan y reconfortan el cuerpo. Mientras aquí en España podemos presumir y probar una larga lista de platos de cuchara, tan tradicionales como el estofado, el cocido o todas las variedades de sopa que hay, en el país vecino de la bota, Italia, también tienen su recetario de 'confort food'. La pastina, originaria de Italia, es una sopa, por lo general de estrellitas, que está dando la vuelta al mundo entero.

Reino Unido es mucho más que algunas de sus ciudades más conocidas. Más allá de Londres, Mánchester o Liverpool, este país esconde auténticos tesoros repletos de encanto, historia e intriga. Precisamente, ese es el caso de Southwell, una pintoresca y encantadora ciudad considerada la 'joya de la corona de Nottinghamshire'.

El queso o lo amas o lo odias. Ahora bien, se sea de un bando u otro, hay que reconocer que se trata de un ingrediente esencial en nuestra gastronomía y en la cocina. Ya sea como complemento de cualquier receta, como protagonista en una ensalada, para una tostada y hasta para algunos se podría decir que la pasta no se entiende sin él. El único problema es que lo que mucha gente no sabe es que se trata de un alimento muy delicado y que si se almacena con demasiada humedad o aire puede ponerse malo.

La base de prácticamente cualquier receta es un buen sofrito. Incluso podría decirse que se considera un arte, ya que este nos ayudará a que nuestros platos tengan siempre un sabor delicioso. Por lo general, el sofrito básico es aquel que incluye tomate, ajo picado, cebolla, aceite de oliva y un poquito de sal. Ahora bien, más allá de ahí hay un mundo repleto de posibilidades y según sea el plato, serán las vertientes.

Conocido como beicon, o como su versión en inglés 'bacon', cada vez es más común encontrar a este ingrediente dentro de un desayuno. Aunque es cierto que no es de lo más saludable, tampoco es delito comerlo de vez en cuando. Ahora bien, lo que sí podría considerarse un pecado es que las tiras de beicon no estén lo suficiente crujientes. Blanditas, rosadas y poco hechas no es lo que la gente busca, pero, por suerte, hay un truco para conseguir que siempre queden en el punto perfecto.

El concepto del buffet libre ha conquistado la gastronomía y podría decirse que prácticamente el mundo entero. Con una propuesta de comida ilimitada por un precio cerrado, es complicado encontrar una ciudad en la que al menos no haya un local con este tipo de funcionamiento. Madrid, por supuesto, no es menos y aquí es posible disfrutar de una amplia oferta, aunque la mayoría se centra en sushi, pasta o hamburguesas. No obstante, la capital está de enhorabuena ya que es la única que puede decir que tiene un buffet de comida española.

Seguro que en más de una ocasión, porque sí, nos ha ocurrido a todos en algún momento, se te ha olvidado sacar el pollo del congelador y te has dado cuenta en el momento en el que ibas a cocinarlo. Tras probar varios trucos que no funcionan bien, es normal que en aquel momento pensaras que era demasiado tarde y que había llegado el momento de buscar una alternativa. No obstante, el mundo de la cocina nos sorprende una vez más y nos demuestra que las reglas y las costumbres están para cambiarlas.