La indemnización de Rumasa tras la expropiación del Estado hace 40 años está en el aire y el fideicomiso de José María Ruiz-Mateos, Jesús Urdiciáin, está dispuesto a lo que haga falta para dejar al margen a los hijos del empresario. "No sé qué hará la familia, no tengo contacto con ellos. Yo solo he puesto en marcha lo que me pidió Ruiz-Mateos", explica a este periódico Urdiciáin.