
La remuneración de los máximos ejecutivos de BBVA multiplica con creces a la de los directivos del Sabadell tras dos intentos fallidos del banco de origen vasco en hacerse con la entidad catalana. Carlos Torres, el presidente del BBVA, obtuvo el año pasado una remuneración total de 7,64 millones de euros, lo que supone multiplicar por más de cuatro la retribución de Josep Oliu, el presidente de Sabadell, que ganó 1,7 millones. Y lo mismo ocurre con los consejeros delegados de ambas entidades.
Mientras que Onur Genç, consejero delegado del BBVA obtuvo 6,7 millones, la retribución de César González Bueno fue de 1,79 millones, cuatro veces menos. En conjunto, el consejo de administración del BBVA recibió así 20,15 millones de euros en el último ejercicio, el triple que la del máximo órgano ejecutivo del Sabadell, que fue 6,78 millones.
Torres tomó las riendas del BBVA en enero de 2019. Desde que llegó a la presidencia, su salario anual se ha incrementado un 52,5% respecto a los 5,01 millones que recibió el primer año, según los informes de remuneraciones remitidos por la entidad bancaria a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La retribución fija, en concreto, ha subido un 47,7% durante estos cinco años, desde 2,43 a 3,59 millones de euros. El consejero delegado del banco, Onur Genç, ha incrementado igualmente su retribución en los últimos cinco años un 34,5%.
Fuertes incrementos
En línea con lo que ha ocurrido con el presidente y el consejero delegado, la remuneración del consejo de administración de BBVA en su conjunto ha ascendido también hasta los 20,15 millones, lo que supone un 30,8% más en solo cinco años. Frente a esta fuerte subida, la del consejo del Sabadell ha caído, en cambio, un 30% durante ese mismo periodo. De hecho, la nueva política de retribuciones de Sabadell llevó a una rebaja en los sueldos de sus principales ejecutivos en 2023, pese a que el banco consiguió cifras de beneficios récord. Las remuneraciones de César González-Bueno y de Josep Oliu experimentaron así una rebaja respecto a las del año anterior que, en el caso del primer ejecutivo, fue del 27,4 % por la aportación de 600.000 euros a su plan de pensiones y en la del presidente del 3,62%.
La entidad modificó la política de retribuciones de la cúpula en la última junta de accionistas, rebajando la remuneración fija del consejero delegado hasta los 1,9 millones. De ellos, además, 300.000 euros brutos, deben ser "una reinversión sistemática en la compra de acciones del banco", señalaron entonces. Estas acciones no podrán ser vendidas por el primer ejecutivo de la entidad en un plazo de cinco años o hasta la fecha de su cese en el banco en caso de producirse con anterioridad. Además, 300.000 euros son aportados directamente a planes de previsión social, de los que el 15% son considerados beneficios discrecionales de pensiones.