Manuel Pardos
"Estas cláusulas son admisibles como un elemento de estabilización de los costes (desde el punto de vista del cliente) y de los rendimientos (desde la perspectiva de la entidad) de los préstamos a largo plazo". Lógicamente tal sandez no la digo yo, sino el Banco de España en un informe de 2010, encargado por el anterior Gobierno para justificar las cláusulas suelo y por ende para defender a la banca. Ante aquel despropósito, ADICAE respondió con un informe jurídico-económico que no solo desmontó los argumentos del teórico supervisor, sino que conseguía que por primera vez en España se conociera la verdadera dimensión de un drama que lastraba el futuro de 4 millones de familias y que, pasados cinco años, aún devora el de 2 millones de hogares. Esta losa, cuyo fin evitaría 200.000 ejecuciones hipotecarias, obliga hoy a cada afectado a pagar entre 200 y 300 euros de más al mes, un sobrecoste nada estable pese a los expertos oficiales.