Tribuna de Opinión
Con frecuencia el debate sobre las energías renovables ocupa demasiado tiempo en la agenda política y social de los países. Mientras se discute la conveniencia o no de impulsarlas, la tecnología sigue su camino, a tal velocidad, que convierte el debate en un ejercicio estéril. Las energías verdes ganan competitividad frente a la energía convencional hasta el punto de que, en generación eólica, por ejemplo, ya superan a las tradicionales, sin mediar subvención alguna, simplemente en igualdad de condiciones de mercado.