Periodista especializada en Banca y Finanzas.

Día clave en la operación BBVA-Sabadell. El consejo de la entidad catalana, encabezado por Josep Oliu, se reúne en este momento para debatir la propuesta que hace solo una semana sorprendía al mercado para tratar de reeditar, con matices, la intentona de fusión con BBVA que tuvo lugar en 2020. Entre las diferentes sensibilidades de los consejeros, se encuentran los que rechazan de pleno la propuesta y los que optan por abrir conversaciones para renegociar sus términos. Según las fuentes consultadas por este medio, el propio Oliu estaría entre los primeros, y argumentará su posición basándose en la capacidad de Sabadell para seguir en solitario y las consecuencias que una fusión de estas características tendría sobre la competencia y la estructura del sector financiero en España.

Día clave en la operación BBVA - Sabadell. Menos de una semana después de que el consejo de administración de la catalana recibiese una oferta por escrito de la entidad que encabezan Carlos Torres y Onur Genç llega la primera fecha marcada en el calendario de este movimiento clave para el sector financiero español: la reunión del consejo de administración de Sabadell que pondrá sobre la mesa las primeras valoraciones al respecto de la oferta que conocieron el pasado martes y que se producirá este mismo lunes, tal y como ha podido saber elEconomista.es.

La sorpresiva oferta de BBVA con un consejo de administración de Sabadell que, a priori, parece reticente a aceptar el canje propuesto en acciones, siembra dudas. ¿Por qué ahora y no hace dos años cuando se había despejado la incertidumbre de la pandemia y el grupo catalán, que ya había enderezado las cuentas, era mucho más barato? Y ¿puede la cúpula de BBVA volver a fracasar como en 2020?

La fusión entre BBVA y Sabadell elevará por encima de los 2.000 millones de euros los costes de integración por las rupturas de alianzas. El grupo presidido por Josep Oliu opera en exclusividad la actividad de seguros de vida y no vida de la mano de la suiza Zurich a través de dos joint ventures, mientras que el banco liderado por Carlos Torres regenta el negocio de no vida con Allianz y comercializa los productos de vida y pensiones de manera autónoma con filiales propias.

“Todo este tiempo hemos defendido TSB porque pensamos que está todavía lejos de su potencial y la estructura de caterpillar –oruga, por su nombre en inglés– hace que no se noten todos los beneficios del aumento de los tipos de interés a corto plazo, sino que reparte esa ventaja en el tiempo”. Así defendía hace unas semanas César González-Bueno, consejero delegado de Sabadell, el impacto positivo que supondrá la filial británica del banco para estabilizar sus cuentas en los próximos años. Y esta es, precisamente, según señalan fuentes al tanto de estos movimientos, una de las razones clave por las que BBVA busca hacerse con su rival, asegurando una parte de sus cuentas de los vaivenes que puedan sufrir los tipos de interés en el corto-medio plazo.

La gran banca española no tiene hoy nada que ver con la de hace quince años, cuando más de medio centenar de entidades estructuraban un complejo sistema financiero que sufrió los vaivenes de la gran crisis y vivió importantes cambios en el lado de la supervisión. De las 55 entidades que en 2009 formaban esta amalgama bancaria hoy quedan 10, cifra que se verá reducida a nueve si finalmente sale adelante la operación de fusión entre BBVA y Sabadell.

El consejo de administración de Banco Sabadell se reunió el pasado martes, apenas unas horas después de que la carta-oferta de BBVA llegase a su presidente, Josep Oliu, para conocer los detalles de la propuesta y volverá a hacerlo en los próximos días para emitir sus primeras valoraciones. Pero el máximo órgano de Sabadell tiene varias particularidades que hacen que emitir una decisión unánime al respecto sea complicado. Es importante recordar que 9 de las 14 sillas del consejo de Sabadell son independientes, ya que el banco de origen catalán no tiene en este momento un accionista de control.

La fusión de BBVA y Sabadell dejaría más del 65% del crédito de Cataluña en manos de tres bancos, los dos que forman parte de la operación, y CaixaBank, clave en el panorama catalán. Así lo reflejan los datos de cuota de mercado en el lado del crédito que colocan la suma de estos tres bancos en un nivel clave de cara a las hipotéticas autorizaciones de competencia que se producirían si la operación sale adelante. Así, la cuota conjunta de BBVA y Sabadell se colocaría levemente por encima del 40% mientras que la de CaixaBank añadiría alrededor de un 26% más. El banco resultante sería entonces el primero en cuota de mercado en esta parte del negocio y quedaría casi a la par en número de sucursales en este territorio.

La nueva intentona de fusión entre BBVA y Banco Sabadell cuatro años después no tendrá un camino fácil para llegar a buen puerto. La cúpula de la entidad catalana muestra reticencias a una unión con el gigante de origen vasco en un momento en que su cuenta de resultados y su recorrido en bolsa todavía tienen perspectivas de mejora.

La unión de BBVA y Sabadell sumaría 850 millones al beneficio antes de impuestos al conseguir importantes sinergias en ingresos y costes. Esta cifra, que calcula el propio BBVA y que ha incluido en su misiva al consejo de administración de Sabadell, está muy en línea con las estimaciones que hacía ayer mismo Goldman Sachs, que en la anterior intentona de la fusión fue asesor del banco catalán, y que daban como resultado un impacto positivo en el beneficio antes de impuestos de 820 millones.