opinión | Lilliam Valenzuela
Los asesores de compliance acudimos a las reuniones con el fin primordial de explicar a nuestros clientes por qué necesitan un programa de compliance penal efectivo. Nuestro discurso se ve a menudo frustrado con la pregunta: ¿Cuánto me cuesta? Sin duda es importante conocer el coste de los servicios que se van a desarrollar, pero si el cliente no entiende el beneficio, ¿cómo va a ser capaz de valorar si el coste le compensa?