La bolsa española tiene un perfil más cercano al de una compañía familiar que a firmas que son pasto de la vorágine de las posiciones cortoplacistas. Estas representan un 30% de las 35 del Ibex y cerca de 30 compañías en todo el Mercado Continuo.
La Comisión Europea está preparando una revisión de la normativa Mifid II con la intención de terminar con la obligatoriedad de pagar por el análisis financiero de forma separada, que ha reducido drásticamente el seguimiento de los analistas de las pequeñas firmas del mercado. Según Bloomberg, esta decisión se anunciará en los próximos días y se aplicará a principios de 2021. Esta medida ha sido muy polémica en los últimos años, desde que se empezó a aplicar en 2018, aunque la trasposición a España no llegó hasta el 1 de enero de 2019. Al forzar el pago explícito e individualizado de análisis financiero de valores, los brókeres y los bancos ya no podían incluirlo en un paquete en el que se incluía el coste de las operaciones para sus clientes.
La crisis del coronavirus arrasó con la retribución de varias decenas de firmas nacionales, como las que pertenecen al sector bancario o turístico, pero también cercenó la tradición de quienes históricamente han coronado la rentabilidad por dividendo de la bolsa española, por encima, incluso, del 10%. Este es el caso de los dos grupos televisivos, Mediaset y Atresmedia, de Naturhouse, la socimi Lar España, de Mapfre -con el dividendo con cargo a 2020 pendiente de si se pagará o no- y de una recién llegada, Metrovacesa. El consenso de analistas espera que retomen sus pagos, pero, de media, estos serán un 30% inferiores.
El fundador de Inditex, Amancio Ortega, ha visto cómo 2020 evaporaba una cuarta parte de toda su fortuna, hasta 19.200 millones de dólares (unos 17.130 millones de euros) de su patrimonio, la mayor pérdida que asume cualquiera de los 500 multimillonarios que figuran en la lista recopilada por Bloomberg. Su fortuna actual asciende a 55.800 millones de dólares (cerca de 48.800 millones de euros), de la que la mayor parte -un 87%- corresponde a Inditex.
En España, una treintena de compañías son de origen familiar y continúan a día de hoy controladas por alguno de sus miembros. Dentro del Ibex 35, suponen casi el 30% del total y el porcentaje de control de sus directivos supera los 66.600 millones de euros -de los que 47.000 son de Amancio Ortega y su hija Sandra-, un 14% del total de capitalización del índice. En plena crisis financiera, con la volatilidad de las bolsas que llegó a extremos superiores a los grandes crash de mercado de este siglo -el momento previo de mayor estrés es del periodo 2008-2009-, el hecho de que parte del capital de una cotizada se encuentre en manos seguras de accionistas comprometidos altamente con el valor de sus compañías ha sido un factor que ha jugado a su favor.
En España, una treintena de compañías son de origen familiar y continúan a día de hoy controladas por alguno de sus miembros. Dentro del Ibex 35, suponen casi el 30% del total y el porcentaje de control de sus directivos supera los 66.600 millones de euros -de los que 47.000 son de Amancio Ortega y su hija Sandra-, un 14% del total de capitalización del índice. En plena crisis financiera, con la volatilidad de las bolsas que llegó a extremos superiores a los grandes crash de mercado de este siglo -el momento previo de mayor estrés es del periodo 2008-2009-, el hecho de que parte del capital de una cotizada se encuentre en manos seguras de accionistas comprometidos altamente con el valor de sus compañías ha sido un factor que ha jugado a su favor.
Inditex anunció esta semana el pago de un dividendo de 35 céntimos por acción pagadero el próximo 2 de noviembre. La compañía que lidera Pablo Isla aprobó en su Junta General de Accionistas lo que ya había anunciado previamente: el dividendo extraordinario de 1 euro que se había comprometido a abonar entre 2018 y 2020 se retrasará hasta 2021 y 2022 a consecuencia del Covid-19. Esto implica que, de facto, el único pago con cargo a los resultados de 2019 supone una caída del 60% respecto a los 88 céntimos de 2018 y una rentabilidad inferior, del 1,51% a los precios actuales. Esta reducción va en línea con la que se espera para su beneficio, del 54%, hasta los 1.681 millones de euros, según el consenso. Consulte aquí El calendario de próximos dividendos de la bolsa española
El colapso de algunos brókeres online durante los meses de marzo y abril ya hacía prever que el crash de las bolsas mundiales -que comenzó a finales de febrero- había despertado el interés del pequeño inversor en busca de oportunidades en un mercado en horas bajas. Bolsas y Mercados Españoles (BME) lo ha confirmado, aún sin datos oficiales sobre el aumento o no de familias en el capital de las compañías cotizadas, ya que se desconoce, por el contrario, el número de accionistas que decidieron abandonar el mercado ante la corrección. Según el último informe elaborado por el gestor nacional, "las fuertes caídas (...) de las bolsas mundiales y la posterior recuperación han venido acompañadas de un aumento significativo de la actividad de inversores minoristas".
Las cuatro compañías que cotizan en el Ibex 35 dedicadas al sector turístico, IAG, Aena, Amadeus y Meliá Hotels, cerrarán el año en pérdidas, aunque no serán las únicas. El consenso de mercado prevé que el Covid-19 pase factura a los resultados de otras cuatro firmas del selectivo: ArcelorMittal, Siemens Gamesa, Ferrovial y Ence.