El Ministerio de Defensa ha revocado los contratos para adquirir 1.680 misiles Spike LR2, 168 sistemas de lanzamiento y desarrollar el programa de lanzacohetes PULS. Con este movimiento, el Gobierno entierra una de las principales polémicas que tenía con Israel: los Spike y los PULS proceden de las compañías Rafael y Elbit, con sede en Haifa y próximas al Estado hebreo. Los contratos ascendían a un desembolso cercano a los 1.000 millones de euros y fueron cerrados después de que Hamás atacara a Israel en octubre de 2023 y Tel Aviv contratacara a Gaza y Cisjordania. Tras meses de justificaciones por parte de Defensa, la cancelación definitiva conlleva que España busque un nuevo contratista para la producción de misiles antitanque que no tenga vinculación la industria militar israelí.