
Se firma la paz entre Noruega y Navantia. El Ministerio de Defensa del país escandinavo ha acordado con el astillero un compromiso para mantener los servicios de mantenimiento y actualización de las fragatas que posee la Armada noruega botadas por la compañía por un periodo de seis años y con un descuento de la mano de obra de 47,5 millones de euros. Con este acuerdo, Navantia evitará compensar a Noruega por la pérdida de la fragata F-313 Helge Ingstad, que naufragó tras la colisión con un petrolero en Bergen, al oeste del país, en 2018. El país amenazaba con una sanción de más de 1.000 millones de euros por la pérdida del buque, que tuvo que ser desguazado tras su reflote.
El Ministerio de Defensa ha explicado que este acuerdo se ha alcanzado por la intermediación del Tribunal del Distrito de Oslo, lo que supone cerrar cualquier litigio entre el Gobierno escandinavo y el astillero español. Una comisión de investigación creada en Noruega concluyó que el hundimiento de la fragata podría haberse evitado si la tripulación hubiese adoptado medidas de seguridad.
Una colisión y años de disputa
El 8 de noviembre de 2018, la fragata KNM Helge Instad, de la clase F-310 construida por Navantia, colisionó con el petrolero Sola TS frente a las costas de Bergen. El impacto provocó una brecha de casi 50 metros y obligó a evacuar el buque. Años más tarde, un oficial fue condenado por la negligencia de sus actos, que habrían permitido salvar el navío. En paralelo, una investigación reveló que el diseño de Navantia tenía fallos en la estructura de los compartimentos.
En un principio el Gobierno de Noruega exculpó a Navantia, pero a principios de este año el Ministerio de Defensa reclamó al astillero el coste del reflotamiento y pérdida del buque. La construcción de estos navíos se cifra en más de 1.000 millones de euros, cantidad a la que se exponía a pagar la compañía española como compensación. El acuerdo judicial alcanzado entre el Ejecutivo y Noruega implicará que el astillero continúe el mantenimiento y las actualizaciones de los buques, pagando Navantia el coste de la mano de obra valorada en los 47,5 millones de euros.
Navantia construyó las cinco fragatas F310 (equivalentes a la clase F-100 española) para la Armada noruega y presta servicios de mantenimiento a los cuatro buques restantes desde 2013 en virtud de diversos acuerdos que mantiene con el Ministerio de Defensa del país. La resolución del conflicto también cierra las tensiones diplomáticas por este asunto entre los Gobiernos español y noruego.