Tribuna de Opinión
Existen problemas que, una y otra vez, han tenido consecuencias negativas para la economía española. En vanguardia se encuentran los energéticos, que pasaron a ser fundamentales a partir del siglo XIX.
Existen problemas que, una y otra vez, han tenido consecuencias negativas para la economía española. En vanguardia se encuentran los energéticos, que pasaron a ser fundamentales a partir del siglo XIX.
En torno a la Monarquía, en el caso de España, existen dos cuestiones diferentes. Una, que al ligarse con una línea hereditaria continua que llega desde los reyes astures hasta Felipe VI, constituye una vinculación tal con la historia de España que se convierte en un activo de calidad extraordinaria. Y, simultáneamente, esta proyección histórica, como sucede también en Gran Bretaña o en Suecia, convierte a esa historia de reyes sucesivos en una garantía de permanencia de la comunidad política que el monarca rige.
El Estado del Bienestar español, tras el final de II Guerra Mundial, y previamente a partir de 1942 y del planteamiento en muchos sentidos keynesiano de Beveridge, se desplegó con avances continuos hasta el freno generado por la crisis mundial que amplió el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero.
Según la estimación de Jordi Maluquer de Motes en España en la economía mundial. Series largas para la economía española (1850-2015) (Instituto de Estudios Económicos 2016), el PIB por habitante entre 1919 y 1920, en euros de 2010, muestra un estancamiento, además de un descenso del consumo del 3,35 por ciento en 1919 respecto a 1918.
La economía española, desde 1959 hasta ahora mismo, ha alcanzado con fuerza avances extraordinarios. Los datos del PIB por habitante comparados con las grandes potencias europeas, o los índices de apertura al exterior, son realmente impresionantes. Pero eso necesita continuar progresando y existen medidas necesarias para que el proceso no se detenga. En estos momentos, es insoslayable acudir a tres retos.
Como profesor e investigador en relación con la economía española, me consideré obligado a participar en un mensaje de homenaje que se había programado recientemente en honor del profesor Payne. ¿Por qué consideré adecuado esto? El motivo fundamental es el siguiente. Yo, por un lado, me había especializado en economía española.
Una y otra vez se observa que, quizá como contraste con lo que ahora sucede en Cataluña, ha surgido una especie de admiración por la figura de Cambó. En ocasiones, este clamor tiene caracteres extraordinarios, como ocurre con el libro de Ignacio Buqueras y Bach, Cambó (2018) que se inicia prácticamente con esta afirmación (pág. 17): "¡Ojalá varios miles de catalanes y no catalanes se aproximen a esta figura señera de Cataluña y de España, con el mismo amor y respeto que Cambó les profesó, profundicen el conocimiento y el entendimiento de ambas".
Merece la pena analizar la importancia que se puede derivar de la existencia de un régimen monárquico para una economía, y efectuar el análisis desde el punto de vista español. Incita a ello la reciente publicación de la obra de Luis María Cazorla Prieto Legitimidad monárquica y gestión económica, (Aranzadi, 2018).
La lectura de la reciente edición de los Principios de Política Económica de Walter Eucken, más la intervención de la profesora Rocío Sánchez Lissen en la 10th Conference of the Iberian Association of the History of Economic Thought, celebrada en Oporto los días 6 y 7 de diciembre de 2018, así como los comentarios sobre la base del artículo 38 de la Constitución vigente y el recuerdo de la insistencia que tuvo en aquellos momentos Manuel Fraga sobre la necesidad de aceptar el lema de la "economía social de mercado", señalan que, efectivamente, las ideas han tenido un papel fundamental para explicar la realidad económica posterior.
I nteresa mucho, desde el punto de vista de la economía, contemplar un centenario: el que transcurre desde 1919 y se atisba en los primeros momentos de 2019. Ese gran cambio de 1919 motivó el inicio de los artículos de Keynes, que constituyen la parte inicial de sus Ensayos de persuasión.