Presidente de honor la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas
Tribuna

La economía española se ha convertido en una muy abierta. Lo comprueban radicalmente los datos que ya se disponen de 2018. Hay que tener en cuenta, además, que se refiere a una realidad mundial con un cierto ámbito proteccionista, tanto como consecuencia de las decisiones de Donald Trump claramente manifestadas en 2018, como con la reacción de China y, en el ámbito de la Unión Europea con la aparición de realidades de ruptura como, concretamente, lo que se encuentra detrás del Brexit. Acaba de aparecer el volumen “El Sector Exterior de 2018”, número monográfico de la publicación correspondiente al 1-30 de junio de 2019, número 3.112 del “Boletín Económico” del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, “Información Comercial Española”. Gracias a esta aportación conocemos la posibilidad de efectuar una síntesis sobre España, con datos de la Organización Mundial de Comercio (OMC): “Se ha frenado la fuerte expansión exterior que ahora mantenía España, cuyas exportaciones crecen menos que las mundiales, aunque siguen manteniendo capacidad de financiación y suman ya cinco años de crecimiento del PIB, con saldo superavitario por cuenta corriente, con una novedosa característica en la historia económica reciente de nuestro país”. Y otro dato significativo es que el porcentaje que indica la cuota de mercado de las exportaciones españolas respecto a las mundiales, que en 1983 era del 1,07 por ciento, en 2018 ha pasado a ser del 1,77 por ciento, un incremento del 72 por ciento.

Tribuna

Para siempre será un orgullo haber asistido a lecciones del profesor Stackelberg en la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas de la Universidad de Madrid, allá por los años 1945 y 1946. ¿Por qué tiene importancia suma para España su tarea?

Tribuna

El relato no sólo de la historia económica de España, sino de la historia de España, no puede olvidar de ningún modo, el gran cambio producido en el conjunto del mundo tras las II Guerra Mundial, que también alteró, como sucedió en España, la vida española. Y ello tiene una fecha, que conviene conmemorar. Es la de 30 de junio de 1959, momento del envío de un Memorandum al Fondo Monetario Internacional y a la OCYPE, mostrando, de acuerdo con ambas instituciones, de qué manera se iba a desarrollar la economía española en adelante. Y del análisis de este Memorandum se desprende que tenía una originalidad extraordinaria. Por ello, parece obligado tener en cuenta la significación del cambio radical que, a partir de esa fecha, tenía lugar en España. Hasta entonces, el planteamiento de nuestra política económica estaba basado, fundamentalmente, en la creencia de la extraordinaria importancia de la industrialización, motivada por el fuerte auge que habían tenido las economías de los países industriales. Y para eso, como se partía de una realidad ajena a esa gran revolución había sido preciso, para acercarse a los países ya industriales, buscar puntos de apoyo. A estos se les dio el nombre de medidas de acción educativa, esto es, había que aprender de ellos, imitándoles en lo posible a través de barreras arancelarias y otras dificultades para que no existiese competencia exterior que perjudicase las actividades nacientes de algo radicalmente nuevo para España.

Tribuna de Opinión

Ante nuestra economía surgió una nueva realidad clarísima no solo desde el Tratado de Roma, sino previamente al observar las ventajas que, desde la Guerra Fría, con la ayuda de EEUU- el Plan Marshall- creaba una vinculación especial en lo económico en Europa, que afectaba incluso a Portugal. Contemplábamos que en principio éramos ajenos. Ahí se encuentra la satisfacción, en lo económico, derivada de nuestra participación en la Guerra Fría a partir de 1953, gracias a los acuerdos de tipo militar y económico con los Estados Unidos.

Tras la lectura de ese documento esencial y preciso para entender el conjunto de la marcha de nuestra economía que es el Informe Anual 2018, del Banco de España, es posible entender por dónde debe caminar nuestra política económica si, efectivamente, pretende en primer lugar que el fuerte desarrollo que se había logrado mantener el último año con claridad, pero no en 2019, pasa a mostrar problemas que hay que resolver. Por ahora, al compararnos con lo que acaba existiendo en ese entorno de grandes potencias económicas europeas, constituido por Francia, Reino Unido, Italia y Alemania, derivamos consecuencias inmediatas. También al recordar nuestro pasado, y las equivocaciones que se mantuvieron.

Opinión

El profesor Manuel de Torres, en un trabajo que público, Técnica Contable, señalaba cómo el capitalismo, a partir del siglo XV, había iniciado con la partida doble una contabilidad de gestión. Con la Revolución Industrial, a ella tuvo que añadirse una contabilidad del control de costes. Un párrafo de Von Thünen en El Estado aislado de 1850, parecía inspirar, como auxiliar, en aquellos aludes de inventos y descubrimientos el que surgiese además de la cuenta habitual de resultados vinculada a toda empresa capitalista, una contabilidad de costes. Solo así podría sobrevivir el empresario.

Tribuna

El paso de la economía española del modelo productivo tradicional, sito en el conjunto de la civilización del Neolítico, tuvo lugar al aparecer el modelo de la Revolución Industrial en Europa a finales del siglo XVIII. La causa fundamental de esta radical modificación de los procesos productivos está vinculada a una simultánea Revolución Científica, en la que desde entonces estamos inmersos. Y a pesar del intento erudito y, en el fondo nacionalista, de Menéndez Pelayo y su estudio La ciencia española, este cambio procedente de la investigación avanzó tímidamente entre nosotros.

Opinión

España tiene en estos momentos multitud de problemas económicos muy serios. Por ello se necesita emplear dos cosas: en primer lugar conocimientos técnicos adecuados para resolver las cuestiones; pero a esto hay que añadir que debe quedar todo claro para que los ciudadanos sepan por dónde va la política económica, y por ello le presten la ayuda adecuada, que en una situación democrática es siempre necesaria.

Tribuna de Opinión

España tiene una serie de problemas muy serios que complican sus planes de desarrollo económico. Como sucede con los derivados de la carencia de recursos energéticos, el notable envejecimiento de la población, al combinarse con una escasa natalidad, obligará en breve a resolver otro problema económico que, quizá, se relacione con temas de inmigración, que en el contexto europeo complican todavía mas la cuestión.

Tribuna de Opinión

En 2019 se cumplen sesenta años de la puesta en marcha de un nuevo modelo económico para España. Habíamos tenido, desde comienzos del siglo XVI al inicio del XIX, un modelo de economía imperial. A partir de 1808, este modelo, por ejemplo muy bien estudiado, entre otros, por Carande, se transformó en uno de economía nacional.