Firmas

Homenaje desde la economía a Stanley G. Payne

Como profesor e investigador en relación con la economía española, me consideré obligado a participar en un mensaje de homenaje que se había programado recientemente en honor del profesor Payne. ¿Por qué consideré adecuado esto? El motivo fundamental es el siguiente. Yo, por un lado, me había especializado en economía española.

Esto me obligaba a analizar el funcionamiento actual de ella, pero muy pronto comprendí que no se entendían fundamentos básicos de su estructura actual si no se tenía en cuenta que eran fruto de realidades anteriores que habían sido movilizadas, o asumidas, por la política económica, así como por las reacciones de la sociedad. Esto me obligó a estudiar e investigar multitud de noticias procedentes especialmente de la historia contemporánea de España. Había comenzado por eso y, cuando terminé la carrera de Ciencias Económicas, empecé a leer obras sobre la evolución de la Guerra Civil en relación con planteamientos de la economía. Me encontré, una y otra vez, con que no enlazaba con las noticias que previamente había yo recogido, incluso en ocasiones, por haberlas vivido. Pronto escribí, en revistas importantes, críticas muy severas sobre tales equivocados planteamientos. Por ejemplo, en Cuadernos Hispanoamericanos hice una crítica muy dura al libro de Antonio Ramos Oliveira Politics, Economics and Men in Modern Spain(1808-1946) (Víctor Gollanc).

El historiador captó la realidad de modo extraordinario y supo aclarar la realidad económica

A pesar de mi dureza, Ramos Oliveira, en su correspondencia conmigo, acabó aceptando muchos de mis puntos de vista y terminamos teniendo una relación amistosa. Seguí criticando muchas de esas obras editadas por Ruedo Ibérico, pero me sucedió lo mismo, por ejemplo, con la obra de Joaquín Arrarás, Historia de la Cruzada española, que leí tomo por tomo. Pero de pronto me encontré con la obra del profesor Payne, Los militares y la política en la España moderna, cuya primera edición fue la de Ruedo Ibérico. Comprendí que, al fin, tenía entre las manos una explicación apropiada para enlazar, de manera muy valiosa, hechos históricos con realidades económicas y políticas, lo que yo buscaba ansiosamente. Simultáneamente, consideré que tenía delante la obra de un historiador que había captado la realidad de modo extraordinario y que me completaba multitud de aspectos de modo admirable para aclarar también la realidad económica.

Tengo por eso al alcance de mi mano, de modo continuo, tres libros suyos, porque afectan directamente a esa realidad que investigo. Uno es el citado. Cuando estudié a fondo lo que, por ejemplo, significaban Alcalá Zamora, Azaña y Prieto para la política económica española, me resultó fundamental haber manejado esas aportaciones históricas de Payne. Pero, qué decir de esa obra esencial para entender la crisis economica que sufrió España a continuación de la Gran Depresión, que es la que el profesor Payne nos ha entregado con el título de El colapso de la República. Los orígenes de la Guerra Civil 1933-1936 ( La Esfera de los Libros, 2005). Basta citar la extraordinaria validez que se desprende del apartado La profundización del cisma socialista en las páginas 421-429 en la edición de 2005. Y, desde luego, y mucho lo he tenido en cuenta, es fundamental el libro que creo que es imposible no tener en presente para entender la vida de Franco, o sea, la biografía escrita por Payne y Jesús Palacios (Espasa 2018). A mi juicio, en esa obra existen datos valiosísimos para entender, entre otras cosas, las ideas de Franco en relación con la economía. Asunto importante porque el papel de las ideas, como nos señaló para siempre Keynes, es fundamental para explicar la realidad económica que pasa a existir. Y en ese sentido tengo algo trabajada ya la pista que me proporcionó el profesor Payne.

Todo ello explica que me ha enorgullecido haber estado presente en la aportación que hizo a los Cursos de La Granda, en 2017, con una exposición critica efectuada sobre lo sucedido realmente en España en el proceso de martirio de los católicos, así como en Rusia y en Alemania, todo ello en años muy recientes y con regímenes políticos dispares.

Por esto, creo que el homenaje obligado a Payne era natural por parte de los españoles. Y el tener algún minúsculo papel en él, es para mí un honor extraordinario, porque creo que Stanley Payne merece toda clase de gratitudes. Para él vale una estrofa de Luis Rosales -"nuestro caudal es tu trabajo"- porque, debido a este historiador, la realidad contemporánea española, una y otra vez, se nos aclara extraordinariamente.

Como por ejemplo, se señala en esa obra colosal que es la de José Ángel Sánchez Asiaín, La financiación de la Guerra Cilvil española (crítica, 2012, pag. 558), Payne recibe, como consecuencia de sus aportaciones históricas la frase de que "había abierto nuevos horizontes". Por ello, repito, el profesor Payne merece un continuo homenaje intelectual.

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