La Contraportada
La canciller de los pactos y las decisiones pausadas, Angela Merkel, se despide de la política germana tras casi 16 años como líder no solo de su país, sino como la presidenta en la sombra que de facto ha sido en la UE con un rol clave en graves crisis e hitos como el de los rescates a Grecia. Su trayectoria suma 31 años desde que ejerciera por primera vez como diputada del Bundestag, la Cámara Baja del Parlamento alemán, en 1990. Física de profesión, hizo de su política -con su lema la fuerza está en la calma- una praxis que, ahora, en el fin de su carrera política nacional y tras una serie de numerosas crisis a las que ha hecho frente, ha culminado siendo envidiable para el resto de políticos y ciudadanos. Y ahora, ¿qué? La canciller alemana ostenta un caché y una gran influencia a la que muchos presidentes no les gustaría enfrentarse. Sonó en las quinielas para presidir el Consejo Europeo como sustituto de Charles Michel, aunque podría ser un simple deseo. En el aire está, además, una posible entrada de Merkel a la empresa privada.