Unos 65.000 millones

El tercer rescate para Grecia ya está en marcha, con meses de negociaciones a la vista. La presión máxima de los líderes europeos y del BCE, que mantiene a duras penas el oxígeno a los bancos helenos, empujaron a que Atenas dejara los aspavientos y las maniobras de días pasados.

Prosigue la saga griega

El tercer rescate para Grecia ya está en marcha, con meses de negociaciones a la vista. La presión máxima de los líderes europeos y del BCE, que mantiene a duras penas el oxígeno a los bancos helenos, empujaron a que Atenas dejara los aspavientos y las maniobras de días pasados. Bajo el hartazgo mayúsculo de los socios del euro, el nuevo ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, solicitó un "programa" para los próximos tres años que podría superar los 65.000 millones, según estima el FMI.

Grecia ha conseguido a duras penas mantener viva la negociación con sus socios del euro, tras haber dinamitado todos los puentes con el referéndum del pasado domingo. La última oportunidad, arrancada a regañadientes a los líderes del euro, llegó ayer con una cumbre extraordinaria, destinada a cuajar un nuevo paquete de ayuda con el que mantener al país en la eurozona.

crédito puente de 3,500 millones

Grecia ha conseguido a duras penas mantener viva la negociación con sus socios del euro, tras haber dinamitado todos los puentes con el referéndum del pasado domingo. La última oportunidad, arrancada a regañadientes a los líderes del euro, llegó ayer con una cumbre extraordinaria, destinada a cuajar un nuevo paquete de ayuda con el que mantener al país en la eurozona.

La crisis helena

Son 48 horas las que se dan los acreedores europeos para cerrar un acuerdo con Grecia. Un plazo determinado por la creencia del BCE de que los bancos griegos tienen liquidez hasta mañana miércoles -razón, entre otras, por la que la institución de Fráncfort congela la línea de emergencia para el país heleno-, y determinado también por la extensión del corralito como mínimo hasta mañana, después de la cumbre de líderes y del Eurogrupo donde Europa manifestará su firmeza asomando al primer ministro heleno, Alexis Tsipras, al precipicio de la salida del euro. A este plazo sumario se une la exigencia de la canciller Angela Merkel de que cualquier propuesta helena se ponga sobre la mesa esta misma semana.

La cuenta atrás hacia el desenlace heleno

Son 48 horas las que se dan los acreedores europeos para cerrar un acuerdo con Grecia. Un plazo determinado por la creencia del BCE de que los bancos griegos tienen liquidez hasta mañana miércoles -razón, entre otras, por la que la institución de Fráncfort congela la línea de emergencia para el país heleno-, y determinado también por la extensión del corralito heleno, como mínimo hasta el miércoles, un día después de la cumbre de líderes y del Eurogrupo, donde Europa manifestará su firmeza asomando al primer ministro heleno, Alexis Tsipras, al precipicio de la salida del euro. A este plazo sumario, se une la exigencia de la canciller Angela Merkel, de que cualquier propuesta helena se ponga sobre la mesa esta misma semana.

el reto heleno

Alexis Tsipras consiguió ayer el claro rechazo que buscaba a las condiciones del rescate de sus socios de la eurozona. Sin embargo, su experimento político conducirá en cuestión de días a la salida de Grecia de la moneda común, y puede que de la UE, a menos que alguno de los dos lados dé un improbable volantazo.

la dialéctica ha dilatado y roto las negociaciones

Cinco meses de intensa negociación entre Grecia y sus acreedores internacionales, y cinco años de un duro rescate padecido por la población griega quedarán reducidos el próximo domingo 5 de julio a dos monosílabos: sí y no. Siga aquí la última hora sobre Grecia.Los griegos determinarán con su voto en el referéndum no sólo si aceptan las condiciones de la ayuda europea, sino también su permanencia en la eurozona, la solidez del euro como proyecto político, e incluso el futuro del Gobierno de Alexis Tsipras.Este trágico desenlace se ha ido tejiendo precisamente a partir de la batalla en torno a otras cuatro palabras clave: troika, programa, recortes y secuencia.Tan propio del espíritu de un pueblo, el griego, que siente orgullo de ser origen de la mitad del diccionario occidental, y de un Gobierno, el de Syriza, que ha utilizado el lenguaje como humo y espejos para marcar el ritmo de una negociación que ha terminado por fracasar.