Economía

Grecia y Europa arrancan la extensa negociación del tercer rescate heleno

  • Tsipras tendrá que firmar un programa más duro que el que rechazó

El tercer rescate para Grecia ya está en marcha, con meses de negociaciones a la vista. La presión máxima de los líderes europeos y del BCE, que mantiene a duras penas el oxígeno a los bancos helenos, empujaron a que Atenas dejara los aspavientos y las maniobras de días pasados.

Bajo el hartazgo mayúsculo de los socios del euro, el nuevo ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, solicitó un "programa" para los próximos tres años que podría superar los 65.000 millones, según estima el FMI. Este principio de aproximación para mantener a Grecia en la Eurozona sólo abrirá, si llega a buen puerto, una etapa mucho más turbulenta. La saga griega inaugura un nuevo capítulo que únicamente puede terminar con el cambio radical del primer ministro griego, Alexis Tsipras, o el relevo de Gobierno.

Posibles revisiones mensuales

Las negociaciones de este programa serán más agitadas, porque Grecia tendrá que cumplir con objetivos fiscales y reformas más exigentes. Presionado por el riesgo de Grexit y también por el ala más extrema de su partido, tendrá que firmar un programa no sólo más duro que el que heredó y rechazó cerrar tras cinco meses de negociaciones, sino que además llevará su firma. Incluso si las negociaciones para cerrar un paquete de ajustes logran resultados en los próximos días, varias fuentes diplomáticas nacionales prevén una dura batalla durante los próximos tres años en las revisiones del programa, que podrían ser mensuales.

¿Cambio de Tsipras?

Los europeos han mantenido la puerta abierta al griego para que negocie hasta el final. Pero tras el bofetón político del referéndum, los líderes dejan claro que es tiempo de cerrar el acuerdo, o se prepararán "para los peores escenarios". Por eso, Tsipras empezó ayer a mutar el tono. Primero fue en una comparecencia ante el Parlamento Europeo, en la que por primera vez en mucho tiempo dejó atrás el tono beligerante de los días previos al referéndum. El griego dijo que los problemas de su país han crecido dentro de sus fronteras, "incluyendo la tolerancia con la evasión fiscal, el clientelismo y la corrupción," para añadir que no quiere culpar a "malvados extranjeros" de sus males. Pero el cambio llegó sobre todo con la solicitud del tercer rescate por Tsakalotos. Esta mejora de las formas puede bastar para no hacer descarrilar una negociación cuyo fracaso provocaría la ruptura del euro.

La nueva solicitud

Atenas ya no solicita sólo un "préstamo", sino que acepta un "programa", la misma palabra que combatió antes Tsipras por la "estricta condicionalidad" aparejada. Más aún, se compromete a aprobar a partir de principios de la semana que viene las reformas más tóxicas para el Ejecutivo de Syriza (el IVA y las pensiones), que en su última oferta posponía hasta el otoño. Y, sobre todo, deja de imponer una renegociación del casi el 180 por ciento del PIB de la deuda pública como condición para aceptar el rescate.

La deuda, más adelante

La solicitud helena no fija calendario para revisar los términos de su deuda. Fuentes comunitarias comentan que Tsipras ni siquiera insistió mucho en el punto de la deuda con sus colegas del euro el pasado martes, lo que subrayaron como un cambio significativo. La discusión de la deuda para revisar puntos como el plazo de vencimientos o los intereses podría abrirse en octubre, como habían prometido las instituciones, siempre que Grecia cumpla con las reformas.

El pistoletazo de salida

A las pocas horas de recibir la solicitud desde Atenas, los sherpas del Eurogrupo dieron un primer visto bueno procedimental, al permitir que la Comisión y el BCE realice un análisis de la situación económica y financiera del país. Las instituciones también calcularán las necesidades financieras "actuales y potenciales" para poner una cifra final al rescate. En la carta, firmada por el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, se invita a que el FMI realice, junto con la Comisión y el BCE, el análisis de la sostenibilidad de la deuda helena.

¿Foto final o cumbre 'Grexit'?

Hoy será una jornada crucial para saber si cuaja el arranque prometedor de este intento final. El Gobierno heleno tendrá que enviar antes de que termine el día un paquete de reformas detallado para acceder a la ayuda europea, que deberá pasar el visto bueno de las instituciones primero, y del Eurogrupo este sábado. Si las reformas pasan todos los aprobados,  los líderes autorizarán el arranque de las negociaciones este domingo, con la intención de ser concluidas cuanto antes.

Si los ajustes no resultan satisfactorios, la cita del domingo será "la cumbre del Grexit (la salida de Grecia del euro"), comentó una fuente comunitaria. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha convocado para este posible encuentro de gestión de daños a todos los líderes de la UE, y no sólo de la eurozona. Podrían discutir asuntos como la puesta en marcha de un paquete humanitario para Grecia, con fondos europeos, para paliar las consecuencias de la reintroducción del dracma. Aunque cinco meses de intensas negociaciones han dejado ambas posiciones muy próximas en el paquete de reformas, nadie quiere ser el que ceda el metro final, reconoce una alta fuente europea. El metro que falta para mantener el euro intacto.

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