El año 2025 se inicia con grandes oportunidades para la comercialización y el suministro global de recursos energéticos. En un mundo que se mueve gracias a la energía, los segmentos de negocio de los derivados petrolíferos, los biocombustibles, el gas natural y el GNL para sectores como el industrial, la automoción y el marítimo (búnker) o la generación eléctrica renovable serán premisas que marcarán la dinámica de las principales actividades económicas mundiales. Además, partiendo de los recientes acontecimientos geopolíticos en los principales mercados internacionales, es posible anticipar efectos importantes en la oferta y demanda de soluciones energéticas a nivel internacional. Los pronósticos apuntan a que podrían beneficiarse fuentes de energía como el gas y el petróleo, mientras que crecería la demanda de energía proveniente de fuentes renovables y biocombustibles.