
El año 2025 se inicia con grandes oportunidades para la comercialización y el suministro global de recursos energéticos. En un mundo que se mueve gracias a la energía, los segmentos de negocio de los derivados petrolíferos, los biocombustibles, el gas natural y el GNL para sectores como el industrial, la automoción y el marítimo (búnker) o la generación eléctrica renovable serán premisas que marcarán la dinámica de las principales actividades económicas mundiales. Además, partiendo de los recientes acontecimientos geopolíticos en los principales mercados internacionales, es posible anticipar efectos importantes en la oferta y demanda de soluciones energéticas a nivel internacional. Los pronósticos apuntan a que podrían beneficiarse fuentes de energía como el gas y el petróleo, mientras que crecería la demanda de energía proveniente de fuentes renovables y biocombustibles.
Partiendo de un enfoque internacional, analizamos a continuación las principales tendencias y oportunidades en estos segmentos que impulsarán el sector energético en 2025.
Oportunidad para los derivados del petróleo y los biocombustibles
Para 2025, y ante una dinámica volátil de los precios del Brent, se espera un aumento en el consumo mundial de productos derivados del petróleo. La OPEP estima que la demanda estará impulsada por países no pertenecientes a la OCDE como China, Oriente Próximo y la India. El uso de hidrocarburos en el sector del transporte se mantendrá estable. Desde el lado de la oferta, se espera un equilibro en el abastecimiento a pesar de los recortes en la producción de la OPEP.
El mercado de bunker marino seguirá en aumento en 2025, apoyado por la descarbonización de los segmentos industrial, comercial y residencial en los países con alta dependencia del carbón. Esa descarbonización impactará en la demanda de transporte marítimo y en el volumen de las flotas de barcos para la importación de gas natural. El objetivo en este mercado es un consumo de opciones de combustible más sostenibles como GNL, biocombustibles, etc., a la vez que se intensificará la gestión y el control digital de la eficiencia energética en los buques.
La creciente importancia de los biocombustibles se mantendrá en 2025. La demanda del sector del transporte (automoción, aviación y barcos), las nuevas regulaciones o las ayudas públicas a la producción ayudarán a elevar la cuota de mercado de este tipo de combustibles. Se estima que el mercado de los biocombustibles crecerá entre un 6 y un 7% en 2025.
Gas natural: aumento de la demanda
Para 2025, las estimaciones apuntan a un aumento de la demanda global de gas natural ligeramente superior al 2%, impulsada en gran medida por el consumo de la región de Asia-Pacífico. Este crecimiento, sumado al de 2024, supone la recuperación progresiva de la crisis que ha afectado a este mercado a principio de la década. En cuanto a la oferta, el suministro de gas natural está muy concentrado, con un gran peso de Estados Unidos, y con niveles de crecimiento limitados a la espera de que diferentes proyectos en marcha entren en operación. En este escenario jugará un papel importante la evolución de las exportaciones de GNL de Estados Unidos, que podrían incidir en los precios a nivel global, y las relaciones comerciales de este país con China.
Más allá de estas posibles tensiones, los proyectos de inversión para la obtención de gas natural seguirán teniendo relevancia en 2025 para garantizar el suministro mientras avanza la transición energética.
Electricidad y generación eléctrica renovable: récord de cifras
Las previsiones sobre la demanda de energía eléctrica en 2025 son optimistas y apuntan a un crecimiento acelerado, de forma similar a lo que ha ocurrido en los últimos años. Las razones de ese crecimiento tienen mucho que ver con la electrificación de áreas de actividad como el transporte, los procesos industriales, los edificios o los hogares, además de contribuir a la descarbonización de otros sectores económicos. Otras razones son la progresiva adopción de los vehículos eléctricos y la demanda exponencial de los centros de datos por el impulso de la inteligencia artificial y de la minería de criptomonedas. Algunos organismos hablan ya de que la actual es la "Era de la Electricidad".
En el caso de la generación eléctrica renovable hay que partir del dato de que más del 30% de la energía mundial proviene ya de estas fuentes. A esto hay que sumar que las inversiones en energías limpias continúan aumentando de forma acelerada, lo que implica nuevos proyectos y oportunidades. En 2025 se espera que el crecimiento de la capacidad solar y eólica alcance un nuevo récord. Esta generación proveniente de fuentes renovables multiplicará la necesidad e importancia de los sistemas de almacenamiento basados en BESS y producción de hidrogeno verde como soluciones de almacenamiento del exceso de energía renovable producida. La implementación de estos sistemas de almacenamiento energético será clave para almacenar el exceso de energía durante las horas de alta producción, evitando así la necesidad de expandir la infraestructura de la red eléctrica. Además, las baterías permitirán suavizar las curvas de demanda, optimizando el uso de las energías renovables y mejorando la estabilidad de la red.
En el tradicional marco de volatilidad del sector de la energía, 2025 se presenta como un año interesante marcado por las oportunidades que van a ofrecer diferentes segmentos de negocio y por los desafíos que supone para los operadores las tensiones geopolíticas, los avances tecnológicos, la evolución de la economía y los cambios políticos en distintas partes del planeta. Y todo ellos en el marco de una necesaria transición energética y de una descarbonización de la economía y la sociedad. La comercialización de energía seguirá siendo un área de actividad atractiva en 2025 y los operadores continuarán trabajando para ofrecer el mejor servicio a sus clientes y desarrollar con ellos proyectos y negocios en el horizonte de un futuro más verde.