Joaquín Araujo
Buena parte de los daños ambientales, económicos y sanitarios relacionados con nuestra alimentación estallan por la desgracia de que en la actualidad menos del 25 por ciento de los humanos comen lo cultivado o cuidado personalmente. Porcentaje que, en el caso de las sociedades opulentas, no llega ni al 3 por ciento.