Jesús Hernández Esteban
Cuando en 2001 Céline Dion, en el momento más dulce de su carrera, firmó un contrato de exclusividad durante 3 años con el Casino Caesars Palace en Las Vegas, muchos de sus fans no entendieron el movimiento de la artista. Otros no comprendieron el movimiento del casino. El caso es que ésta no era una iniciativa novedosa: dos años antes Wayne Newton (menos conocido en España) firmaba un contrato de 10 años similar al de la canadiense, y con anterioridad, Frank Sinatra y Elvis Presley también habían actuado en Las Vegas.En aquel momento, la conocida como "meca del juego" estaba en plena transformación de su negocio: pasó de ser uno de los únicos lugares de Estados Unidos donde se podía jugar, a sufrir la liberalización absoluta del juego en la mayor parte del país norteamericano. Y tuvieron que hacer algo. Aunque en un principio, como todas las industrias en cambio, tuvieron sus dudas, la transformación del modelo de negocio ha tenido, parece claro, un éxito arrollador. Volviendo a la cantante canadiense, de un contrato inicial de 3 años ha pasado a permanecer durante 15 años cantando en exclusiva para el Casino.Según un estudio publicado por Bank of America – Merril Lynch, la evolución del negocio en Las Vegas ha cambiado notablemente desde principios de los años noventa, como se puede apreciar en el gráfico siguiente: