Distribución
España se posiciona como el tercer país en Europa en lanzar un proyecto de Ley contra el desperdicio alimentario, después de Francia (2014) e Italia (2016). Un avance muy positivo y que merece la pena aplaudir, teniendo en cuenta el objetivo fijado por la Comisión Europea de reducir a la mitad el desperdicio alimentario antes del 2030. Es necesario dar respuesta a la necesidad social existente en España: más de 6 millones de personas sufren inseguridad alimentaria por falta de recursos y se desperdician más de 1.300 millones de kilos/litros de alimentos. Lo que significa que se desperdicia la tercera parte de todo lo que se produce.