Entre los titanes del sector bancario europeo, no todos han sido capaces de mantener el año pasado la velocidad de crucero que mostraron sus negocios en plena subida de tipos. Así, dejaron atrás unos beneficios históricos que, de media, se alcanzaron en 2023, aunque en algunos casos hay que retrotraerse a la era previa al colapso de Lehman Brothers para vislumbrar sus propios récord de ganancias.