Redactor de Bolsa & Inversión

El Ibex 35 echa el cierre a una semana de movimientos mínimos, pero perdiendo los 13.000 puntos en una jornada de broche marcada por cierta volatilidad para el índice patrio debido al vencimiento mensual de los derivados y su réplica en el mercado al contado. Así, el mercado español rompe su mejor racha desde noviembre 2006 tras ocho semanas consecutivas de ganancias al clausurar sobre los 12.952 puntos (-0,12%), registrando una caída del 0,33% desde el lunes.

Microsoft, Adobe e Intuit están llamadas a ser las dibujantes del nuevo mercado que crece al calor de la inteligencia artificial y que, según las proyecciones, podrían acabar superando por rendimientos de capitalización a las que hasta ahora se consideraba 'reinas' de la bolsa, las compañías de semiconductores.

Europa va camino de buscar nuevas fórmulas financieras para acelerar el gasto en defensa después de que durante su intervención telemática en el Foro Económico de Davos el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mostrara su insatisfacción con el Viejo Continente, hasta ahora aliados, y les pidiera incrementar hasta un 5% del PIB la inversión en seguridad, tres puntos porcentuales más que el objetivo actual.

La creciente presión financiera sobre el mercado automovilístico estadounidense, en un contexto de tipos de interés altos y un acceso al crédito cada vez más restrictivo, podría estar empezando a provocar un desgaste en el mercado. Millones de consumidores, a lo largo de los últimos años, han podido financiar la compra de sus vehículos gracias a los estímulos económicos federales y las políticas monetarias laxas que han fomentado la velocidad de crucero en la que se ha instalado Estados Unidos desde hace ya unos años. Sin embargo, esta situación está ahora dando paso a una oleada de impagos que podría hacer saltar las alarmas entre los prestatarios bancarios.

Europa coge impulso frente a Estados Unidos al conseguir el favor del mercado tras años en el ostracismo navegando a la espera de Wall Street. Así lo ve al menos el responsable de Capital Markets Strategies en la gestora Tikehau Capital, Raphael Thuin, para quien "gran parte de la negatividad" ya está descontada.

Durante décadas fueron el motor de la innovación tecnológica, impulsando el crecimiento de la industria y generando un rédito pocas veces visto antes para los inversores. Sin embargo, los semiconductores se enfrentan hoy al nuevo paradigma que emerge en el mercado y que avanza de la mano de la inteligencia artificial: el software. Ante una demanda sin precedentes de soluciones informáticas, el rendimiento de las acciones ligadas a este mercado en comparación con sus contrapartes de chips se ha demostrado significativamente superior.

Hace menos de un mes desde que Donald Trump se convirtiera en el 47º presidente de los Estados Unidos tras un discurso de apenas 30 minutos durante el que, durante su jura, aseguró que la "edad de oro" del país comenzaba en aquel momento en el que, simultáneamente, se cerraba la puerta de una legislatura como la de Joe Biden que, bajo su punto de vista, provocó el "declive" de Estados Unidos. Con un tinte similar a lo dicho en 2017, el magnate dio a entender que él era la única persona capaz de devolver a América el lustre perdido y lo hizo con la firma inmediata de hasta 100 órdenes ejecutivas centradas en la inmigración, la guerra comercial o la energía.

Movimientos significativos a la baja para los rendimientos de los bonos globales en la búsqueda de los inversores por la protección en plena crisis arancelaria abierta por EEUU contra grandes bloques diplomáticos como el de la Unión Europea, pero también con China o países vecinos de la talla de México y Canadá.

Alemania decide su futuro la próxima semana en las urnas con las encuestas colocando como favorito al candidato de los democristianos de la CDU-CSU, Friedrich Merz, con, previsiblemente, más del 30% de los apoyos en la ciudadanía seguido de la ultraderecha de Alternativa para Alemania y situando al actual canciller, el socialdemócrata, Olaf Scholz, como tercera opción política. En cualquier caso, la fórmula de la coalición se antoja obligada para la formación de un nuevo Ejecutivo y el mercado está pendiente de ello.

La banca europea vivió un 2024 eufórico. Los tipos de interés elevados y el progresivo despertar de la actividad crediticia permitieron a las entidades anotarse resultados excelentes, en muchos casos en máximos históricos o cercanos a ellos. Sin embargo, los datos disponibles hasta la fecha —la mayoría de bancos ya publicó sus cuentas anuales— apuntan a que este sector del Viejo Continente va a dos velocidades, con las entidades sureñas a la cabeza de un tren que lleva a las británicas y a las alemanas en el vagón de cola.