Capital Riesgo

Los fondos apuestan por un 'boom' de operaciones con Draghi y Trump

Evento de Moto GP, competición que protagonizó una de las grandes operaciones de 2024. Alamy
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El capital privado busca soluciones al gran atasco de participadas sin vender y que se cifra en, al menos, 28.000 empresas que suman 3.000 billones de dólares. Los gestores de los grandes fondos y sus partícipes afrontan un 2025 de mayor optimismo tras varios años en los que las desinversiones han ido a la baja hasta llegar casi a punto muerto. El año se encara, no obstante, con dos elementos positivos en el horizonte que pueden agitar la coctelera y reiniciar a buena velocidad la operativa de compra y venta de compañías desde el 'private equity'. La esperanza se deposita en el regreso a la Casa Blanca de Donald Trump, por un lado, y el informe en favor de una mayor competitividad en Europa elaborado por Mario Draghi, por otro, según el último informe anual del despacho A&O Shearman, 'Global M&A Insights', en el que se lleva a cabo una radiografía pormenorizada del estado del M&A en las distintas latitudes del mundo.

Para el Viejo Continente, el informe Draghi apunta a modernizar la política de la Comisión Europea en materia de operaciones corporativas y en cómo se puede repensar el control a las fusiones para garantizar las "necesidades y dinámicas contemporáneas" de las empresas. Las recomendaciones en esencia de Draghi incluyen una "defensa de la innovación" para justificar acuerdos en sectores estratégicos que, por otro lado, podrían estar sujeto a estrictas restricciones al capital extranjero. A ello se suma otro factor: un parque de empresas participadas por los 'private equity' que es más viejo y, en parte, con valoraciones más bajas, lo que eleva la presión sobre los fondos que participan en el capital para salir de ellas con buenos retornos.

Así lo acreditan los datos. Las empresas en cartera vendidas por firmas de capital privado europeas en 2023 habían sido mantenidas durante un promedio de seis años, más de un año más que en 2020, según datos de MSCI (Morgan Stanley Capital International), mientras que el 36% de los activos adquiridos hace seis o más años ahora valen lo mismo o menos que cuando fueron comprados. Todo ello está empujando a una dinámica diabólica, en la reducción de las tasas internas de retorno (IRR) también es menor (10 % hasta marzo de 2024, según Pitchbook, frente a una tasa habitual de en torno al 25%).

"No creo que haya ventas forzadas a precios no deseados; no creo que las inversiones sean lo suficiente maduras para ello, ni que las empresas españolas lo hayan hecho mal y no hayan crecido. Creo que es posible que no se alcancen las expectativas de precios deseadas en ocasiones, pero no que creo que se 'malvenda'", explica Íñigo del Val, responsable de Mercantil y M&A de A&O Shearman.

Sobre qué trimestre del año será el más indicado para que en este 2025 haya un mayor volumen de mandatos de venta en el mercado ibérico, Del Val, que durante 2024 participó en 'megadeals' como la compra de la Universidad Europea por parte de EQT, pronostica que "todo nos hace pensar que el segundo trimestre será activo por las señales que vemos. Hay mucho pipeline y está creciendo el número de oportunidades, pero todavía hace falta que se consoliden en muchos casos y que se empiecen a ver operaciones firmadas".

De entrada, las potenciales operaciones de mayor tamaño en 2025 se cuentan con los dedos de una mano, con la salida de Carlyle en Codorniu, la de H.I.G. Capital de Eysa o la de Miura de Citrico como algunas de las más destacadas. Destaca por encima de ellas la de Platinum en el gestor de residuos Urbaser. En un escalón inferior, gestoras españolas habituadas a operar en el middle market como Portobello, Abac Capital, Pro A, Suma Capital, Buenavista o Nazca también han sacado al escaparate buena parte de sus activos (El Mubas, Solitium, Evolutio, Filmin, Aviaction, Nuzoa, Tradeinn o A Contracorriente Fims).

La perspectiva pasa también por otras fórmulas más imaginativas a la venta clásica se consoliden, como los fondos de continuación. Estos vehículos, según datos de Bain, ya fueron responsables del 43% de los 72.000 millones de dólares movilizados en operaciones secundarias completadas en el primer semestre de 2024. Del Val apoya que los secundarios y fondos de continuidad "sirven para dar liquidez a los inversores actuales y prolongar la inversión en compañías con buenos planes de crecimiento a largo plazo".

Trump como dinamizador

La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y su regreso a la Casa Blanca -sumado al hecho de que los republicanos ahora tienen el control total del Congreso- ha sido recibida con optimismo en la industria M&A. La prueba: en las primeras horas posteriores a conocer el resultado de los comicios los bancos de inversión cotizados (JP Morgan, Citigroup o Bank of America, por ejemplo) subieron en bolsa como la espuma.

Aunque las medidas de la nueva administración Trump no se han concretado, la batería de potenciales decisiones favorables para el ecosistema están sobre la mesa: reducción de impuestos o el alivio de la carga regulatoria, lo que se traducirá en una mayor disponibilidad de capital para poner en marcha operaciones corporativas.

En este sentido, aunque el presidente electo ha sido crítico con algunas grandes empresas tecnológicas, su regreso "es visto por inversores destacados como una noticia positiva para el sector tecnológico en general, especialmente para las empresas involucradas en inteligencia artificial y activos digitales", asegura el informe. De momento, Elon Musk ya ha puesto sus ojos sobre OpenAI.

La bolsa, protagonista

Las salidas a bolsa o exclusiones (P2P, por sus siglas en inglés) también estarán presentes. Si el pasado año nos dejó el salto al parqué de la perfumera Puig o la exclusión de la compañía de certificaciones Applus por parte de Amber (ISQ y TDR) en una guerra de opas contra Apollo, este año la quiniela de potenciales transacciones la ocupan otros grandes nombres como Volotea, Cirsa u Hotelbeds (esta última ya materializada). Esta práctica se extrapola a otros países, como Reino Unido, donde las fusiones y adquisiciones públicas transatlánticas en las que participen oferentes de Estados Unidos y empresas objetivo británicas han ido a más en los últimos años.

De hecho, el tamaño y volumen de estas operaciones se considera a menudo un indicador clave de la fortaleza del mercado mundial de fusiones y adquisiciones y también de los niveles de confianza de los inversores. En lo que llevamos de 2024, hemos asistido al regreso de una importante actividad de fusiones y adquisiciones públicas transatlánticas, según recoge el informe de A&O Shearman.

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