Coordino el fin de semana en elEconomista.es. Desde que llegué a este medio en 2016, escribo principalmente de EEUU y su economía. Además, imparto clases de Relaciones Internacionales en la universidad.

Las grandes tecnológicas han dominado las bolsas de todo el mundo en las últimas décadas. El panorama dominado previamente por compañías energéticas como Exxon, firmas de consumo como Walmart, por conglomerados como General Electric o por bancos como Citi han dado paso a las empresas dedicadas a servicios por internet (redes sociales, vídeo en streaming, compra online) o que proporcionan la tecnología para ello (ordenadores, dispositivos móviles). Pero los últimos 12 meses no han sido precisamente su mejor época, con caídas que superan a los principales índices bursátiles, pese a que estas afectadas son, a su vez, las que tienen un mayor peso en los selectivos.

La inversión en publicidad suele tomarse como uno de los indicadores adelantados de las crisis económicas. Cuando las empresas prevén tiempos duros, recortan en gastos superfluos, entre los que suelen considerar a las inversiones publicitarias. Esto, a su vez, supone una disminución de ingresos de las empresas anunciadoras (medios de comunicación, redes sociales, etc.) y genera su propia crisis en el sector. Es exactamente lo que se está viendo en los resultados del tercer trimestre de las grandes tecnológicas estadounidenses, sirviendo de pájaro de mal agüero para el conjunto de la economía a pesar de que el país haya salido de la recesión técnica.

La invasión de Ucrania por parte de Rusia comenzó hace ya ocho meses, y las economías occidentales están sufriendo cada día más sus consecuencias. A la incertidumbre propia de un conflicto bélico se suma el uso de la energía como arma de guerra, y todo ello exacerba los problemas que ya se venían arrastrando de meses atrás, como el crecimiento de la inflación o los altos niveles de endeudamiento público y privado. Ninguna de estas cuestiones es susceptible de ser resuelta en el corto plazo, por lo que el Fondo Monetario Internacional calcula que la mitad de las economías de la eurozona entrarán en recesión a lo largo de este invierno.

Una caída bursátil del 28,08% en el día y de más del 83% en lo que va de año. La acción, en mínimos no vistos desde hace más de tres años y medio. Ingresos ralentizándose y pérdidas netas quintuplicadas. Este es el resumen de la situación actual de Snap, la compañía matriz de la red social Snapchat que lleva todo el año encadenando un batacazo en bolsa tras otro pese a que su número de usuarios continúa aumentando.

El pájaro de mal agüero de la economía mundial vuelve a la carga. Nouriel Roubini, profesor de Finanzas de la Universidad de Nueva York que logró prever la crisis financiera de 2008, está advirtiendo de que las grandes economías van a padecer una "fea" recesión - aún peor en Europa que en Estados Unidos - que va a mezclar los peores rasgos de las consecuencias económicas derivadas de la crisis del petróleo de los años 70 y las de la crisis financiera de hace 14 años.

Es un sueño recurrente: jubilarse joven o, al menos, poder disfrutar durante la jubilación de unos recursos suficientes como para disfrutar de la vida que uno siempre ha querido. Ese objetivo se fija a menudo como motivación para lidiar con los problemas del día a día. Pero el premio tras toda una vida trabajando es algo cada vez más complicado para la Generación X, aquellos nacidos entre 1965 y 1981, que actualmente ven cómo sus ahorros lidian con lo complejo de la coyuntura económica mientras cuidan de sus padres mayores y de sus hijos aún no independizados.

La esperanza se agotó a la mitad del camino. Desde el 1 de julio hasta mediados de agosto, la bolsa estadounidense fue recuperando lentamente los retrocesos acumulados desde abril, y los más optimistas pensaron que se podría llegar a recuperar todo lo perdido en el año. Pero durante la segunda mitad del trimestre los días se contaron por malas noticias, y no solo se perdió lo ganado sino que se profundizó en los mínimos anuales.

Las principales bolsas mundiales sufren caídas de doble dígito en lo que va de año. Valores refugio como el oro retroceden un 8%. Las grandes criptomonedas retroceden cerca del 60%. Casi ningún fondo global supera a los selectivos. La rentabilidad de los bonos soberanos con una solvencia contrastada no compensan ni de lejos la elevada inflación. Parece que no hay lugar donde esconderse. Pero un fondo estadounidense consigue batir al mercado en lo que va de año simplemente sin hacer nada.

La cadena de gimnasios Brooklyn Fitboxing ha ido contra la tendencia del mercado en los últimos años. Abrió nuevos establecimientos durante la pandemia, apostó  por la venta de utensilios para entrenar en casa cuando el mercado parecía estar saturado y no entra en la carrera de bajar precios. Sin embargo, ha crecido un 65% en los últimos dos años y espera unos ingresos de 30 millones de euros en este ejercicio. Hablamos con su consejero delegado, Juan Pablo Nebrera.

Abrir la cuenta bancaria y encontrarse con 3.000 dólares más en la cuenta corriente. Esta es la gratificante experiencia que han disfrutado esta semana los ciudadanos de Alaska (EEUU) en una suerte de tradición anual que se remonta a 1982. ¿El motivo? La explotación de pozos petrolíferos.