Alemania atraviesa uno de los momentos más complejos de su historia reciente. La locomotora de Europa se enfrenta a un crecimiento nulo mientras su industria insignia, la automoción, lidia con una crisis que amenaza con agravarse cuando los aranceles estadounidenses empiecen a hacer mella en las exportaciones. Como principal economía y exportador de la Unión Europea, el destino de Alemania y el de la UE están más entrelazados que nunca.